Basura, ratas y vagabundos ocupan a diario un ramal del estero Salado que está a un costado del puente entre Urdesa y Miraflores.

Este problema se presenta del lado del puente con dirección de Urdesa a Miraflores. De lado y lado del estero hay viviendas y en una de ellas vive desde hace 40 años Lidia Torres. Ella señala que ese pedazo de estero, en especial la parte de tierra y árboles que da hacia su vivienda, es un basurero, porque muchas personas llegan y tiran basura y los chamberos llegan y buscan lo que los demás dejan regado.

También señala que había un vagabundo que hasta tomó el sitio como su residencia, pero que desde hace algunas semanas ya no llega a la zona. En el otro extremo del ramal, cerca de la iglesia de Miraflores, hay un canchón en el que se arreglan bicicletas, este ya lleva varios años en el sitio.

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La moradora del lugar señala que el Municipio de Guayaquil debería colocar un cerramiento entre el comienzo del puente y su propiedad, para evitar definitivamente que ese espacio continúe como botadero y refugio de personas ajenas al lugar. (I)