Decenas, cientos de buses pasan veloces por el carril principal, denominado de alta velocidad (máximo 90 km/h), de la vía a la costa, en sentido de ingreso a Guayaquil. En ese trajín, los buses urbanos se detienen al costado derecho para dejar y recoger pasajeros.

Los pasajeros son madres con hijos en brazos, personas de la tercera edad, jóvenes, hombres que también llevan a pequeños de la mano. Albañiles, empleadas domésticas, guardias de seguridad, enfermeras, jardineros, jornaleros que, en su mayoría, llegan de distintas zonas periféricas de Guayaquil o de más allá del peaje de la ruta a la costa para prestar sus servicios en las urbanizaciones del sector. Son también algunos residentes de esas urbanizaciones privadas que, por alguna circunstancia, no cuentan con auto propio. O son sus hijos estudiantes sin expreso.

Todos ellos, al abordar los buses de las tres cooperativas que están autorizadas para servir a la zona, o al descender de ellos, utilizan un pequeño parterre que separa de la ciclovía. Deben cruzar esa ruta y luego arriesgarse por el carril de servicio.

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En ese carril, donde la velocidad máxima es de 50 km/h hay paraderos de buses. Allí justamente abordaban esas unidades los pasajeros que ahora se quedan al filo del carril de alta velocidad. El cambio se dio a partir de esta semana.

El lunes 17, la Alcaldía, comunicó por Twitter el cambio: “El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, reconoce la razón en el reclamo de los moradores de la vía a la costa y dispone que, a partir del lunes 17 de septiembre de 2018 en adelante, las tres cooperativas de buses urbanos que circulan por el carril de servicio deberán hacerlo por la vía principal (vía a la costa) y de forma permanente. Sobre esta vía se construirán obras complementarias en un futuro cercano para establecer los paraderos necesarios y dar una solución definitiva al tema”.

“Ahí está pintado el muñeco”, dice Rocío Fernández apuntando con el dedo el sitio en el que un hombre recibió el impacto de un carro, en el carril de alta velocidad, donde también se habrían dado otras dos muertes. Es el km 12, frente a la urbanización Terranostra.

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“Aquí el tránsito es horrible”, sostiene la mujer aludiendo los siniestros. Ella vive en Pascuales y para llegar a la vía a la costa debe tomar tricimoto, luego la 118 y finalmente la 19 o cooperativa Chongón. Ella, así como decenas de ciudadanos se quejaron por el cambio de dejar pasajeros en la vía principal.

“Allá deben dejarnos los carros; acá es peligroso, ha habido atropellados”, menciona Lucila Vera, habitante de Los Vergeles y cuya preocupación la comparte Yaneth Licoa, quien también trabaja en esa zona y vive en El Fortín. Piden volver a los paraderos del carril de servicio, pues solo en un sector un agente de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) los ayuda a cruzar. (I)

Hace meses, una mujer que esperaba un bus en el carril de velocidad fue embestida por un carro y murió por el impacto. Que nos dejen en el carril de servicio y no en el de velocidad.Haideé Anchundia, pasajera