Ayer, al presidir la misa en la capilla de la Casa Santa Marta, el papa Francisco aseguró que el pastor debe ser cercano a la gente y no a los poderosos y a los ideólogos, informó el portal vaticannews.va.

“Este es el ícono del pastor”, dijo, haciendo hincapié que los pastores deben ser “cercanos a la gente, no a los grupitos de los poderosos, de los ideólogos. Estos nos envenenan el alma, no nos hacen bien.

“Debe tener el poder y la autoridad que tenía Jesús: la de la humildad, la de la mansedumbre, la cercanía, la capacidad de compasión y de ternura”, dijo.

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“En el Evangelio cuando Jesús no estaba con la gente, estaba con el Padre, orando. Y la mayor parte del tiempo en la vida de Jesús, en la vida pública de Jesús, Él la pasó en la calle, con la gente”, recordó.

“Esta cercanía, la humildad de Jesús, es lo que le da autoridad a Jesús, lo acerca a las personas. Él tocaba a la gente, abrazaba a la gente, miraba a la gente a los ojos, escuchaba a la gente. Cercano. Y esto le daba autoridad.

“Y hay dos rasgos de esta compasión que me gustaría enfatizar: la mansedumbre y la ternura”, indicó.

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El papa argentino señaló que Jesús dice: “Aprended de mí que soy humilde y amable de corazón. Amable de corazón. Esa mansedumbre. Él era amable, no regañaba. No castigaba a la gente. Era amable, siempre con mansedumbre”, aseveró.

“¿Se enfadaba Jesús? ¡Sí! Pensemos cuando vio la casa de su padre convertida en un negocio, para vender cosas, cambiar monedas. Allí se enfadó, tomó la fusta y mandó fuera a todos. Pero porque amaba al Padre, porque era humilde ante el Padre, tenía esta fortaleza.

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“Cuando la gente lo insultaba, aquel Viernes Santo, y gritaba ‘crucifíquenlo’, él permanecía en silencio porque tenía compasión de aquellas personas engañadas por los poderosos del dinero, del poder. Él estaba en silencio, rezaba”, dijo (I)