Es viernes 7, 20:00. El barrio Las Peñas, el cerro Santa Ana, los juegos mecánicos del Safari Xtreme y la noria provocan la llegada de familias y grupos de amigos al centro de Guayaquil.

Christian Vera se moviliza en su carro y da dos vueltas antes de ganar un espacio en el parqueadero del malecón Simón Bolívar. Asegura que ha visto filas de más de cuatro carros y que entonces ha preferido ir al parqueo de las calles Aguirre o Colón. Menciona que el precio del parqueo es más costoso en esos sitios, $ 1,50 la hora o fracción, detalla y agrega que en calles aledañas paga un dólar a los denominados ciudacarros.

Vera considera que su auto está más seguro en el parqueadero del Malecón.

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Una situación similar narra Ángela Mendoza, quien prefiere optar por la calle Loja que esperar hasta el ingreso de los carros en las columnas. Dice que cuando hace diligencia en las mañana, sí hay espacio.

María Luisa Barrios, vocera de la Fundación Malecón 2000, expresa que actualmente el espacio de parqueo está en el 80% copado, que aún falta para su capacidad tope. Reconoce que en meses anteriores, y en ciertos momentos en los fines de semana, se presentan novedades de espera, pero es por la alta expectativa que generan las nuevas atracciones del Safari Xtreme.

“Cualquier parqueo de algo que recién se inaugura no abastece, inauguramos en un mes altísimo como julio, el feriado... Son filas de cinco a seis carros a lo mucho que tenemos afuera y coordinamos con la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), pero no son filas muy largas porque hay rotación de las personas; sale y entra mucha gente”, explica.

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Añade, además, según el estudio que realizaron el 90% de personas llegan en transporte público o a pie al Malecón y el 10% en vehículo.

El urbanista Filiberto Viteri opina que la visión de Guayaquil es ser una ciudad sustentable y que promueve la caminata y el uso de transporte público en espacios turísticos.

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“El problema es que aumentan los carros cada año. Más bien, hay que ampliar las opciones de cómo llegar... El transporte público es esencial. Debe ser cómodo y seguro”, dice.

En ese aspecto, Barrios agrega que para los visitantes de esa zona específica, además de la parada de la Metrovía, podrán utilizar a futuro la parada de la Aerovía, por lo que la llegada a ese punto turístico tendrá varias alternativas a más de vehículo particular.

El general Luis Lalama, director de Tránsito de la ATM, expresó que existen parqueos alternos en la zona en las calles Loja, Pedro Carbo y otras para cubrir si hiciera falta en el parqueo del Malecón. (I)