Una larga fila de carros que se forma de lunes a viernes en el sector Los Arcos (km 1,5), de 17:00 a 19:00 y de 08:00 a 09:00, causa malestar a quienes viven en edificios y urbanizaciones del sector.

“Hay gente que se demora hasta media hora en el tráfico pesado”, comenta Jaime Buendía, administrador de la urbanización Bosques de Castilla.

El tramo de mayor caos es desde el semáforo de la avenida Samborondón, diagonal al sector Los Arcos, hasta la altura del teatro Sánchez Aguilar. Uno de los inconvenientes que afecta el flujo vehicular es el irrespeto a los discos pare que hay cerca de Plaza Real, comentan varios residentes.

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James Casteline, gerente de la Empresa Pública de Movilidad de Samborondón, asegura: “No creo que la gente no sepa, pero hay que tener un poco de cultura y respeto al otro ciudadano, la gente llega y quiere arrancar sin respetar”.

Tráfico es el crecimiento del casco comercial en el sector y que las vías no han sido planificadas para eso. “Antes, el sector era más residencial que comercial”, asegura.

En el sitio hay más de dos centros comerciales, edificios de oficinas y más de tres urbanizaciones.

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Liliana Guerrero, directora de Control de Edificaciones del Municipio de Samborondón, dice que la zona es considerada mixta, ya que es residencial y comercial y que seguirá creciendo, que hay dos terrenos vacíos de los cuales aún se desconoce el tipo de proyectos que tendrán.

Casteline opina que para evitar que haya congestionamiento en el sector Los Arcos no debería cerrarse el retorno que está a la altura de la parroquia Santa Teresita. Personal de la Comisión de Tránsito del Ecuador bloquea el paso vehicular desde las 17:00 hasta las 20:00.

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Ruido

Otro de los temas que preocupa a los moradores es el ruido en plazas y edificios comerciales y de oficinas.

En una sesión del Consejo Municipal de Samborondón del pasado 23 de agosto, se dispuso que el comisario municipal realice inspecciones más seguidas y en distintas horas en los negocios de comidas, bebidas, así como discotecas, teatros y otros comercios afines donde hay mucha afluencia de personas y esto causa más flujo de vehículos.

En la resolución se otorga hasta 120 días para que cada uno de los propietarios o administradores de estos negocios contraten una consultoría acústica, que deberá contener análisis acústicos computarizados de los ambientes por ser insonorizados (acondicionados) con predicción del comportamiento acústico del mismo, con relación al medio ambiente, edificios y urbanizaciones.

Hay un grupo de residentes que se está organizando para buscar una solución al problema. Les consultamos sobre las acciones que tomarán, pero hasta el cierre de esta edición no dieron una respuesta.

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Uno de los sitios de los que hay quejas es Food Garden, una vocera de la plaza, que prefiere no mencionar su nombre, dice que se tienen que instalar todos los equipos que permitan tener el control de “cuánto nos estamos pasando o en qué volumen exacto necesitamos tener”. “Yo creo que en quince días ya está lista la instalación de equipos. Nos va a arrojar cuál es la cantidad exacta de decibelios permitidos”, comenta.

Entre los lugares donde, según los moradores, también se genera ruido están los rooftop del edificio Xima y Del Portal. Voceros de Xima contestaron vía correo electrónico que en este año la administración de Xima no ha recibido notificación de queja de ninguna autoridad competente, ni de institución, empresa o urbanización privada por ruido rooftop ni por ningún otro tema.

Marlon Lama, director técnico del Grupo Hospitalario Kennedy, comenta que el ruido también causa malestar en la clínica Kennedy Samborondón, que han tenido acercamientos a los negocios, pero no se ha dado una solución. (I)