Hasta que la buena salud lo acompañe en su trajín diario, Manuel Rivas, de 66 años, considera que seguirá brindando el servicio de fletes a usuarios en los alrededores de dos mercados del centro-sur de la urbe.

El lleva grupos de 4 a 6 pasajeros que le pagan cada uno $ 0,25 para ir a mercados ubicados entre las calles Pedro Pablo Gómez y Goméz Rendón. Además brinda transporte a usuarios conocidos, a los que lleva a Mapasingue u otras zonas.

Al no contar con una jubilación, él labora de 04:00 a las 11:00 para ganar un ingreso que sirve para mantener el hogar, con su esposa y una hija.

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En una ocasión se le llevaron retenida su camioneta Datsun del 78, con un préstamo pagó la multa para seguir laborando y cancelar lo prestado. “Ya llevo 20 años haciendo fletes, no tenía en qué trabajar, toca sobrevivir, soy mayor de edad, quién me da trabajo. Tuve una despensa y quebró”, recuerda.

Antes de continuar la fila de espera de pasajeros con otros colegas, cuenta que aspira a ponerse un asadero de pollos.(I)