Celebrar la vida

A veces es fácil dejarse atrapar por la rutina de las tareas diarias y olvidar el increíble regalo de estar vivo. ¿Por qué esperar hasta que las dificultades abran mis ojos a las bendiciones que he dado por seguras o pasado por alto antes? La vida está llena de oportunidades para evolucionar y crecer. Determino ver todo a través de los ojos de la gratitud. Paso este día celebrando gozosamente la multitud de bendiciones disponibles para mí en todo momento. Elijo la felicidad y permito que sentimientos de júbilo infundan cada célula de mi cuerpo. No importa si todo en mi vida es de la manera como lo deseo o no. ¡Simplemente ser quien soy es suficiente para vivir al máximo y regocijarme en el viaje! (F)

Eclesiastés 3:12