Esta semana, en el marco de la celebración católica de la Virgen de la Asunción, se realizó la entrega de certificados de apadrinamiento y cartas de agradecimiento a los benefactores de 81 niños de la escuela presbiteral Nuestra Señora de Altagracias de Plassac, Haití, donde la Unidad Educativa Bilingüe de La Inmaculada mantiene la obra social desde el 2015.

El proyecto Padrinos por Haití, reconstruyendo una isla, es motivado por la congregación de las Hermanas de la Providencia en Guayaquil, quienes dirigen la institución.

“Nuestro fundador, el beato Juan Martín Moye, nos inspiró en la atención y el cuidado preferencial por el pobre y esta es una de las obras con las que la congregación hace realidad su legado. Somos solidarios con el pueblo haitiano y servimos de nexo para que otros puedan ser generosos también”, afirma sor Estania Ormaza, actual rectoral del plantel.

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Tania Poveda, docente de la institución y directora del proyecto, añade que esta obra sensibiliza a todos. “Desde los más jóvenes, que son nuestros estudiantes, hasta los padres de familia, docentes, exalumnos tratamos de contribuir con la misión evangelizadora de Dios”.

Para apadrinar un niño o niña solo se debe realizar un pago único anual de ochenta dólares en efectivo, cantidad que no ha variado desde los inicios del programa, ya que en Haití el salario mínimo del sector industrial equivale a 350 gourdes o $ 5,60 por jornada de ocho horas laboradas, debido a esto, los costos de educación también son bastante bajos.

Los $ 80 sirven para que cada alumno reciba uniformes, útiles escolares y costee los gastos del año escolar.

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Las personas que deseen colaborar con esta obra pueden escribir al correo electrónico quieroserpadrino@gmail.com o comunicarse a los teléfonos 099-223-7301 o 224-4030, extensión 22. (I)