Los carros pesados que se dirigen a las construcciones de la isla Mocolí (km 7), a menudo se salen del área permitida para circulación vehicular en la avenida Samborondón, a la altura de Bellagio, causando un riesgo constante a los peatones, conductores y también al ornato del sitio.

Magaly Pérez, administradora de Bellagio, comenta que los conductores de volquetas y camiones con materiales de construcción dan la vuelta en un retorno que está cerca de Bellagio. “Cuando giran pasan sin control”, se queja.

Manifiesta que en el 2015 el Municipio mejoró el ingreso de la urbanización, y en esa época pidieron que les permita colocar barandas de cemento para crear un límite que separe las inmediaciones de la urbanización con la avenida. “Primero nos dijo el cabildo que sí, pero después que ya no pongamos”, dice la administradora.

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El alcalde José Yúnez dice que el pedido de los moradores de Bellagio debe ser presentado por escrito en las oficinas del Municipio, ubicadas en el km 10.

Los moradores solicitan a la Comisión de Tránsito del Ecuador que haya control permanente a la altura de la urbanización. En Bellagio viven unas 56 familias. (I)