El papa Francisco aceptó ayer la renuncia como cardenal de Theodore McCarrick, un exarzobispo de Washington y una de las figuras más prominentes de la Iglesia católica de Estados Unidos, quien ha estado en el centro de varias acusaciones de abuso sexual a menores y jóvenes seminaristas.

El escándalo en torno a McCarrick ha golpeado a la Iglesia, ya que se trata de un líder religioso ampliamente respetado por décadas y que fue confidente de papas y presidentes.

“El papa Francisco aceptó su renuncia como cardenal y ordenó su suspensión del ejercicio de cualquier ministerio sacerdotal, junto con la obligación de permanecer en una residencia que se le indicará para llevar una vida de oración y penitencia hasta que las acusaciones formuladas en su contra se analicen en un regular proceso canónico”, dijo el Vaticano en un comunicado.

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El mes pasado, funcionarios de la Iglesia estadounidense dijeron que la acusación que asegura que McCarrick abusó sexualmente de un adolescente hace casi 50 años era creíble. McCarrick ha dicho que no tenía “ningún recuerdo” del presunto abuso.

Desde entonces, varios hombres han denuciado que McCarrick los había obligado a dormir con él en una casa en la playa en Nueva Jersey cuando eran seminaristas. De estos hecho no ha comentado. (I)