A veces, puede que me preocupe o inquiete cuando pienso en lo que está pasando un ser querido, pero sé que gastar mi energía enfocándome en lo negativo no ayuda a mi ser querido ni es saludable para mí. Encuentro que cuando me preocupo por alguien, lo mejor que puedo hacer es mantener mis pensamientos positivos y optimistas.

Oro afirmativamente, sabiendo que mis pensamientos y palabras tienen gran poder. Al mantener a otros en oración, veo en ellos lo que ellos puede que no vean en sí mismos. Los mantengo en la luz, sabiendo la verdad de que son divinos, llenos de potencial infinito.

Afirmo: eres sano y sagrado. Disfrutas de paz, sabiduría, amor y libertad. Oro con fe, sabiendo que cualquiera que sea el resultado, será para el mayor bien.

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Romanos 1:9: Los recuerdo siempre en mis oraciones. (F)