Como hinchas fervientes de sus selecciones se describen ciudadanos franceses y croatas que viven en Guayaquil y que hoy vibran con la final de Rusia 2018, en la cual se enfrentan los combinados de sus países de origen, Francia y Croacia.

Laurent Guyonvarch, director de la Alianza Francesa de Guayaquil, habita en la ciudad hace tres años y admite que no sigue mucho al fútbol, excepto cuando se trata de mundiales, en los que se convierte en hincha ferviente de la selección.

“Tenemos que soportar (alentar) al equipo en esta instancia tan decisiva. Estamos a poco de ganar la Copa del Mundo”, expresa Guyonvarch.

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Hoy el auditorio de la Alianza Francesa, en Hurtado y José Mascote, está disponible para que franceses residentes en Guayaquil alienten al combinado galo, que ya fue campeón mundial en 1998, cuando ellos eran los anfitriones.

Los croatas dicen que celebran la final de Rusia 2018 sobre el resultado del partido, pautado para las 10:00, ya su alegría es desbordante por ser la primera vez en llegar a esa instancia. Así lo refiere Paquita Kravarovich, descendiente de croatas.

“Para nosotros haber llegado a la final ya es un triunfo, es motivo de celebración”, señala.

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Agrega que antes del partido algunos croatas y familiares ecuatorianos prevén acudir a misa. Luego tienen previsto reunirse en una urbanización de la av. Samborondón (en La Puntilla) para ver el partido. Se estima que más de 200 croatas se congreguen en el punto para seguir los incidentes del encuentro de fútbol.

Posteriormente los europeos saldrían a celebrar en caravana motorizada. Según Kravarovich, el recorrido empieza en Laguna Plaza con ruta hacia Plaza Lagos y a la calle Víctor Emilio Estrada, en Urdesa. El recorrido culminaría en el malecón Simón Bolívar.

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Kravarovich explicó que los croatas son muy apegados a la religión católica. Por eso, aparte de las banderas y camisetas de su país, llevarán consigo varios rosarios.

Además, como cábala, llevarán un lagarto de plástico. (I)