Los cánticos litúrgicos en árabe y arameo, interpretados por alumnos de música sacra de las Iglesias caldea, melquita y maronita, tendrán una importancia central en el encuentro ecuménico entre el papa Francisco y los jefes y patriarcas de las iglesias orientales católicas y ortodoxas, que se realizará en la ciudad italiana de Bari el 7 de julio, informó ACI Prensa.

Así lo reveló el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, durante una conferencia de prensa en el Vaticano. Además, un diácono de Siria cantará el Evangelio del día en árabe.

Indicó que el encuentro tendrá dos grandes momentos: “La oración en el paseo marítimo junto a los fieles que deseen participar en persona, o viéndolo en directo en televisión; y el momento de reflexión y escucha mutua entre el santo padre y los jefes de las iglesias y comunidades eclesiales de Oriente Medio, aportando cada uno sus propios puntos de vista, observaciones y propuestas”.

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Por otro lado, llamó la atención sobre el especial simbolismo de Bari, “ciudad que alberga las reliquias de san Nicolás, y venera a la Madre de Dios bajo el título de Odegitria (la que lleva por el camino)”.

Se trata de un lugar simbólico por la “presencia de Oriente en Occidente, lugar de peregrinación y puerto de esperanza”.

Tres dimensiones

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Sandri destacó “la atención que Francisco ha puesto en Oriente desde el inicio de su pontificado” que en su opinión, abarca tres dimensiones.

La primera sería la de las Iglesias de Oriente en plena comunión con la Iglesia católica. El cardenal recordó que “en la misa del comienzo del pontificado, frente a la confesión del apóstol Pedro, el papa rezó rodeado por los patriarcas y arzobispos mayores de las iglesias orientales católicas”.

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Además, destacó los encuentros que mantuvo con los patriarcas durante las sesiones plenarias de la Congregación para las Iglesias Orientales en el 2013 y en el 2017.

En este sentido, subrayó como un gesto especial la decisión de presidir la significación pública de la eclesiástica comunión de los nuevos patriarcas copto, armenio y melquita durante la misa matutina en la Casa Santa Marta.

La segunda dimensión es la del Oriente ortodoxo y ortodoxo oriental, con “palabras y gestos de acogida, de insistencia en la apertura de puertas y la indicación de caminos, solidaridad ante el dolor, acuñando la conocida expresión del ecumenismo de sangre”.

La tercera dimensión corresponde al diálogo interreligioso. “En Oriente Medio, también los creyentes musulmanes están heridos y sufren por causa de los que se han servido de la violencia profanando el nombre de Dios, que es paz. Ellos también se han visto obligados a abandonar sus hogares y sus tierras, junto con las minorías, no solo cristianas, sino también yazidí en Irak”. (I)

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