Fernando I., expárroco de la iglesia Nuestra Señora de Czestochowa, en la ciudadela Acuarela del Río, señalado por varios jóvenes por un presunto abuso, desestimó estas acusaciones.

En un comunicado, el sacerdote indicó que en la única denuncia que existe en la Fiscalía con sentencia ejecutoriada se ratificó su inocencia.

Agregó que en la Arquidiócesis de Guayaquil consta una sola denuncia ya con una sentencia, en la que no se lo halló culpable del delito de abuso sexual a menores.

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Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil, manifestó en días pasados que la Fiscalía abrió de oficio dos investigaciones no por abusos sexuales, sino por presuntas torturas en contra del religioso.

La Congregación de la Doctrina de la Fe emitió un decreto de dimisión del sacerdote en abril del 2015. Previamente, en noviembre del 2013, se le prohibió ejercer el ministerio, tras varias denuncias.

Fernando I. explicó que el proceso canónico está en etapa de apelación, por lo que no hay una respuesta definitiva.

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“Cualquier ‘documento canónico’ que se encuentre en manos de terceros y que haya sido remitido a algún medio de comunicación carece de veracidad”, según su comunicado.

También indicó que se encuentra preparando acciones legales, “ante todas las falsas acusaciones que han hecho en mi contra”.

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Doce jóvenes, de entre 25 y 29 años, denunciaron días atrás al padre Fernando I., pues hace casi 12 años el religioso los habría sometido a una práctica denominada “la dinámica del pecado”, en la que los denunciantes dicen que el clérigo los desnudaba, ataba y torturaba, para que sientan lo que hace el pecado en sus vidas.

En ese entonces, Fernando I. era párroco de la iglesia Nuestra Señora de Czestochowa y los denunciantes pertenecían a grupos juveniles del lugar.

Ayer, en los exteriores de dicha iglesia se realizó un plantón en apoyo a las presuntas víctimas del expárroco. (I)