La cúpula de la Iglesia chilena anunció que los obispos chilenos acudirán con “humildad” al llamado del papa Francisco, quien convocó a una reunión para planificar las medidas para reparar el escándalo desatado por casos de pederastia. La cita de la próxima semana, en la que participarán 31 de los 32 obispos chilenos, es determinante para el clero local, ya que podría incluir la remoción de varios jerarcas, en un claro mensaje de intolerancia por parte del papa a los abusos sexuales.

“A pocos días de reunirnos con él, reiteramos nuestra unión con el papa Francisco en el dolor y vergüenza expresados frente a los delitos cometidos en contra de menores y adultos en ambientes eclesiales”, dice un comunicado de la Conferencia Episcopal.

En el llamado del pontífice, en una carta, reconoció haber “incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”, sobre las denuncias de encubrimiento de abuso sexual contra el obispo de la localidad de Osorno, Juan Barros, que medios locales afirman que ya estaría en Europa.

Publicidad

Barros es sindicado como uno de los encubridores de los abusos sexuales del influyente sacerdote Fernando Karadima, condenado en 2011 por el Vaticano a una vida de “oración y penitencia” luego de que la justicia chilena declarara prescriptos los cargos en su contra.

Antes de su partida, los obispos chilenos también valoraron el reciente encuentro, que tuvo lugar dos semanas atrás, en el Vaticano del papa Francisco con tres de las víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y Juan Andrés Murillo. “Le pedimos al papa directamente que no le tiemble la mano con aquellos que tienen que ser considerados, no como autores de un pecado sino de un crimen y de la corrupción más profunda que puede tener una sociedad”, dijo entonces Juan Andrés Murillo, una víctima.

La actitud del papa de acoger a las víctimas “marca un ejemplo y nos muestra el camino que la Iglesia chilena está llamada a seguir ante las denuncias de abuso de conciencia, abuso sexual y, en definitiva, frente a todo abuso de poder que pueda ocurrir al interior de nuestras comunidades”, agrega el documento. (I)