El tribunal del Vaticano inició ayer un juicio por malversación y lavado de dinero contra el exdirector del Instituto de Obras para la Religión (IOR), mejor conocido como el banco del papa. A la audiencia asistió el funcionario Angelo Caloia, de 78 años, mientras que su consejero jurídico, el abogado Gabrielle Liuzzo, de 94 años, acusado también en el caso, no asistió por razones de edad, indicó en una nota el Vaticano.

El presidente del tribunal fijó como fecha el 18 de mayo para que las partes involucradas presenten los documentos que consideren útiles para el juicio y, sobre todo, se reduzca la lista de más de 50 testigos presentada, entre ellos cardenales.

Según el promotor de justicia o fiscal del Vaticano, el expresidente de la entidad y el abogado vendieron ilegalmente entre 2001 y 2008 “una parte considerable” de los inmuebles del Vaticano, operaciones que provocaron pérdidas que superan los 50 millones de euros.

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El caso fue descubierto en 2014, cuando fueron embargadas las cuentas bancarias de los dos acusados. Un tercer involucrado, el exgerente del banco, Lelio Scaletti, falleció hace tres años. Se trata de un juicio inédito, ya que el Vaticano se ha constituido en parte civil. (I)