La cotidianidad en Pedernales, cantón manabita que fue el epicentro del terremoto de magnitud 7,8 que sacudió al país hace dos años, se desarrolla en medio de trabajos en las calles céntricas como la García Moreno o Eloy Alfaro.

Entre adoquines y arena amontonada cerca de cuadras con terrenos vacíos, hay algunos letreros de “Se vende”.

Esa escena urbana se complementa con varias edificaciones de paredes fisuradas y losas resquebrajadas. Son los efectos aún visibles de un desastre natural que también afectó la actividad comercial y productiva en dicha ciudad costera donde el Gobierno contabilizó 186 víctimas mortales de un total de 671 en el país.

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Sin embargo, de a poco Pedernales y Jama, cantón vecino, se levantan con infraestructura de servicios básicos que antes no tenían como, por ejemplo, un nuevo sistema de agua potable. Hasta antes del terremoto ambas localidades se abastecían con agua entubada.

Cifras del Plan Reconstruyo Ecuador, con corte al 15 de febrero de este año, reflejan que en dicho rubro más el saneamiento ambiental de Manabí y Esmeraldas se han invertido 188,3 millones de dólares.

Según el más reciente informe trimestral publicado por el Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva, con corte a septiembre pasado, en Pedernales la construcción del sistema de agua potable registraba un avance del 76%.

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Actualmente, habitantes como Juana Guacho, quien tiene un negocio por el parque del centro, se abastecen con tanqueros porque aún no cuentan con el servicio de agua potable. Cada quince días ella compra uno en $ 20.

“La ciudad prácticamente se está levantando”, refirió la mujer con relación a las obras públicas y al comercio impulsado en estos días por la compra de útiles escolares y uniformes.

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A fines del mes pasado, Pedernales estrenó un mercado construido en el sector María Luisa, en la vía a Chamanga.

El concepto de la obra de dos plantas, la primera infraestructura municipal inaugurada después del terremoto, es de un centro comercial con 192 locales. El mercado funciona abajo y otros negocios se implementarán arriba, progresivamente.

Dicha obra demandó una inversión de $ 1’100.000.

“Sí hay movimiento, pero la gente reclama bastante el precio de los impuestos (alquiler de los puestos”, comentó Ramón Parrales, quien vende queso, longaniza, maní y sal prieta.

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La construcción de la terminal terrestre también avanza en el mismo sector y ello genera expectativa en la gente.

En Jama, la planta de tratamiento de agua potable está en etapa de prueba de dotación, indicó Jonathan Macías, responsable de la Unidad de Fiscalización del Municipio, quien agregó que esta obra abastecerá del líquido vital al puerto pesquero El Matal.

El funcionario refirió que la red intradomiciliaria ya está instalada, al igual que el alcantarillado sanitario y pluvial.

En el centro de esta localidad, en la calle Fabián Alarcón, está por concluir la construcción del edificio administrativo del Municipio, al igual que la sede del Palacio y un biblioparque de la cultura Coaque.

La inversión de estas últimas tres obras, próximas a inaugurarse, asciende a algo más del millón de dólares, dijo Macías.

Dolores Alcívar y Amarilis Guerrero dijeron sentirse optimistas con la reconstrucción. Adujeron que en medio de la tragedia se abrieron oportunidades como la de conformar la Asociación de Producción Textil Mujeres de Jama, que con 15 socias trabaja en un centro de costura que se levantó hace un año con contribución del Cabildo y de la empresa privada.

Tanto Jama como Pedernales y otras ciudades manabitas experimentarán una especie de regeneración urbana, que incluye el soterramiento del cableado eléctrico y de telecomunicaciones en el casco céntrico a través del Plan de Reconstrucción Integral de las Zonas Afectadas (Priza), ejecutado por la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL EP).

A inicios de abril, el gerente de esta última entidad, Fausto Valle, dijo que en Jama el soterramiento avanza en el 96%; en Pedernales, el 16%; en Manta, el 48%, y en Calceta, el 40%.

No obstante, ciudades como Portoviejo tienen el 1% de avance. En esta localidad, al igual que en Bahía, el soterramiento se entregará el próximo año.

“La alta volatilidad de directivos ha complicado de una cierta manera la estabilidad o la continuidad efectiva del proyecto”, reconoció Valle al indicar que desde el sismo CNEL ha tenido cuatro gerentes y seis el proyecto Priza.

En Portoviejo, la regeneración de las primeras 11 manzanas del centro culminará a fines de mayo. En la remodelada área donde convergen algunos edificios estatales, bancarios y de comercios hay una conexión hacia el parque Las Vegas.

Agustín Casanova, alcalde de Portoviejo, señaló que en la reconstrucción ya se han invertido $ 250 millones. Unos $ 47 millones, dijo, en el centro.

“Nos llega agua, pero tras este terremoto algunos familiares se fueron porque aquí vivíamos todos en esta casa de dos plantas y estos trabajos van lentos”, cuestionó Gregorio Álava, habitante de la parroquia Tarqui, en Manta, con relación al soterramiento de cableado que se ejecutará en 19 cuadras.

Muchas calles permanecen desoladas y otras ‘retaceadas’ por las obras de agua potable y alcantarillado. Moradores como Ana Anchundia hablaron de la importancia de reconstruir el mercado.

Esa percepción de que las obras avanzan a paso lento se replica en Bahía, donde un primer tramo (8 kilómetros) intervenido en la principal vía se prevé entregar en junio.

“El hospital recién, dos años después, una obra prioritaria se asigna y se legaliza un tema de terreno”, refirió Fernando Mantilla, del colectivo Juntos por Bahía, y expresó su preocupación porque el nuevo alcantarillado sanitario instalado tiene daños en las tapas, algunas tienen huecos. (I)

Decreto 370
Cambio en Ministerio

Vivienda
El presidente Lenín Moreno ayer dio por terminado el encargo del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda a Adrían Sandoya y nombró titular a Germán Torres, un día después de que se hicieron públicos reclamos de damnificados del terremoto.