Caía la noche del sábado 16 de abril de 2016, cuando Jorge Patiño y su esposa, Teresa Rodas, se dirigían a un mall del norte de la ciudad para comprar comida y llevarla a casa para compartir con sus hijas.

Venían desde el centro de la urbe, y al transitar por debajo de un paso a desnivel en la avenida de las Américas a la altura de la Universidad Laica, una parte de la estructura cayó, producto del potente terremoto de 7,8 que en ese momento azotó Esmeraldas y Manabí, con repercusiones en Guayaquil.

El carro negro en el que se trasladaba la pareja de esposos quedó atrapado entre los escombros del paso a desnivel. A Jorge le cayó una parte de la estructura en el pecho, pero antes del impacto, alcanzó a bajar el asiento de su esposa.

Publicidad

“Sentimos un remezón, y enseguida todo se cayó encima de nosotros. Escuchamos un estallido, yo hasta pensé que era un avión que había caído. Cuando yo quedé en el piso, vi el brazo de mi esposo y lo toqué y lo llamé y él no me respondía. Ahí yo supe que mi esposo estaba muerto”, comentó Teresa, recordando los amargos momentos que aún no puede superar. Su esposo había fallecido por la caída de la estructura.

A los pocos minutos, una ambulancia llegó para rescatarla y fue trasladada hacia el hospital de la Policía Nacional, ubicado a pocos metros de donde se suscitó el accidente. Luego fue direccionada hacia la clínica Guayaquil, por gestiones del concejal Roberto Gilbert.

Dos años después de la tragedia, la vida de la familia Patiño-Rodas ha cambiado rotundamente. Aquellos viajes y reuniones familiares quedaron para el recuerdo.

Publicidad

La pareja de esposos procrearon dos hijas: Andrea, de 22 años, y Melissa, de 19.

Andrea aún no cree lo sucedido. Indicó que no supera la pérdida de su padre ni el acostumbrarse a estar sin él. Lo añora como un hombre trabajador, amoroso, entregado a su familia y a su trabajo.

Publicidad

Jorge falleció a los 55 años, de los cuales los últimos 20 los dedicó a laborar en una empresa importadora. Después de su muerte, su esposa e hijas han tenido que afrontar una serie de complicaciones económicas, pues él las sustentaba.

Tras el accidente, Teresa permaneció 28 días hospitalizada. El Cabildo porteño costeó el tiempo que estuvo internada en la clínica Guayaquil, donde le practicaron una operación en la columna, pues padeció de una fractura en esa zona.

“Yo estuve en terapias casi un año y ahorita hago terapias de electrodos, pero me faltan terapias de natación para fortalecer la espalda y la columna. Esas aún no las he podido hacer porque no tengo dónde, mi situación económica tampoco está para eso. Quisiera que de pronto alguna institución me ayude con estas terapias, que me hagan algún descuento, no sé”, manifestó Teresa.

Tras un pedido especial por la familia Patiño, la Alcaldía guayaquileña condonó parte de una deuda que tenía Jorge con una entidad bancaria.

Publicidad

Ellas esperan por el cumplimiento de un último pedido que le realizaron al alcalde Jaime Nebot: la cristalización de una beca universitaria para Melissa.

“Nosotros pedimos al Municipio de Guayaquil una beca, porque no hubo indemnización monetaria por la caída del puente”, dijo Andrea. (I)

Obra
Puente

Reparación
El paso a desnivel, tras el sismo, fue reestructurado e inaugurado el 26 de abril de 2017. Posee 262 metros, es metálico y cuenta con aisladores sísmicos, barandas metálicas e iluminación. (I)

Otra víctima de terremoto
El 16 de abril de 2016 también falleció una joven de 18 años, al caerle encima una parte de la losa de un centro comercial, en la avenida Samborondón. (I)

Hemos tenido que aprender a vivir sin mi papi, una nueva vida completamente diferente a la que nosotras nos imaginábamos. Nadie podrá entender el vacío que dejó”.Andrea Patiño, Hija de víctima