El debate sobre la despenalización del aborto se abrió paso en el Parlamento argentino tras décadas de intentos frustrados, pese a la resistencia de la influyente Iglesia católica en el país del papa Francisco.

A principio de marzo, el presidente Mauricio Macri dio un vuelco a una histórica resistencia de la clase política argentina y abrió las puertas al debate sobre el aborto, aunque luego se manifestó “a favor de la vida” en línea con el Vaticano.

Progresista en algunos temas, Francisco ratificó la inflexible posición de la Iglesia sobre el aborto, mientras la opinión pública argentina se fue inclinando a favor. En una reciente carta a los argentinos, el papa los alentó a que hagan “un aporte en la defensa de la vida y de la justicia”.

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“Se pensaba que con un papa argentino iba a ser imposible el debate; sin embargo, hay una fuerza muy grande que lo impulsa”, celebró Marta Alanis, activista de larga data de la agrupación Católicas por el Derecho a Decidir.

Respaldado por multitudinarias manifestaciones de mujeres, el proyecto de la Campaña por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito fue presentado en el Parlamento el 6 de marzo por la diputada Victoria Donda (centroizquierda) con la firma de otros 71 legisladores. Es la séptima vez que este proyecto ingresa al Parlamento sin nunca llegar al recinto. (I)