El Vaticano afronta un nuevo problema financiero después de que los donadores de una prominente fundación católica de Estados Unidos rechazaron una solicitud del papa Francisco para que concedieran un crédito de 25 millones de dólares a un hospital plagado de escándalos en Roma.

El Instituto de Dermatología de la Inmaculada captó los titulares de prensa en 2013 cuando los fiscales descubrieron un agujero financiero de 1.000 millones de dólares en sus cuentas y colocaron a 40 personas, entre ellos el director sacerdotal de la institución, bajo investigación por presunto lavado de dinero, bancarrota fraudulenta y otros delitos. En mayo, los fiscales emitieron 24 acusaciones formales.

El Vaticano asumió el control del hospital para impedir que quebrara; sin embargo, esta casa de salud tiene dificultades financieras y el verano pasado el Vaticano solicitó un crédito puente a la Papal Foundation.

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Esta fundación, creada hace 30 años, ha desembolsado unos 100 millones de dólares para proyectos de caridad con aprobación papal, que incluyen 32.000 dólares a fin de comprar un generador eléctrico para una congregación religiosa en Benin, 100.000 dólares para consturir un nuevo seminario en Brasil y 70.000 dólares para edificar una escuela primaria para niños de escasos recursos en Bangladesh.

Debido a la generosidad de este grupo, los donadores consiguen una audiencia especial con el papa cada año.

Sin embargo, de acuerdo con documentos filtrados de la fundación y publicados por el sitio católico conservador Lifesite, varios “mayordomos” o donadores de la fundación se opusieron al préstamo, debido a la cantidad solicitada, la falta de una adecuada auditoría sobre las finanzas del hospital y el proceso mediante el cual los cardenales estadounidenses desautorizaron a los donantes para dar el visto bueno a la solicitud del papa. (I)