Sentada en una hamaca en la sala de su casa de caña, Paula García sacaba de un saquillo la ropa humedecida de sus hijos y se lamentaba porque producto de la anegación que sufrió el barrio Aguas Verdes, del cantón Playas, donde vive, se le dañó la lavadora y un televisor.

La fuerte lluvia que cayó en dicha localidad, ubicada a una hora de Guayaquil, la madrugada del miércoles anegó varios sectores periféricos, pues se desbordaron canales y ríos cercanos a los asentamientos.

La mañana de ayer, con la anegación algo disipada, García contó que apenas notó que el nivel del agua empezó a subir trató de alzar sus pertenencias, los enseres y demás para que no se mojaran, pero no tuvo mucho éxito por la rapidez de la inundación que en su casa casi alcanzó la altura de la cintura.

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“Los zapatos nadaban (flotaban), se me fueron unas sandalias. Sí necesitamos ayuda aquí bastante, nosotros, porque si llueve duro nos llenamos (de agua) de nuevo”, expresó la mujer que tiene ocho hijos con su esposo, Miguel Parrales, quien se dedica a la pesca para mantener a la familia.

Sin embargo, el hombre refirió que durante esta semana no ha salido a laborar por las fuertes lluvias y el riesgo de la anegación, pues el sector es uno de los más bajos de Playas.

“Nosotros no queremos salir de aquí porque sinceramente no tenemos dónde más ir”, señaló Parrales, que gana un promedio de 20 dólares diarios con la actividad pesquera.

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Edita Durán, otra moradora del barrio Aguas Verdes, colocó pedazos de caña picada en el suelo para poder caminar en su casa porque una vez que el agua evacuó el piso quedó convertido en un lodazal.

Su vivienda, también de caña, está endeble, inclinada hacia la izquierda, según ella, por los estragos del invierno pasado. La mujer que vive junto a una decena de familiares entre hijos, nietos y yernos señaló que la solución al problema de la inundación es que el sector sea rellenado.

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“Aquí la preocupación es que cuando llueva duro de nuevo nos vamos a inundar. Nosotros no podemos salir porque hay que tener en cuenta las cosas de uno”, refirió Durán.

Aguas Verdes es un asentamiento que surgió irregularmente. Y según el Municipio de Playas, el miércoles el 70 % de la población se negó a ser evacuada durante la atención a la emergencia que incluyó movilización de equipos de rescate.

En el barrio conocido como Playas 2, situado en la zona periférica, ayer, varias calles de tierra estaban llenas de aguas verdes, malolientes y de lodo.

Eso dificultó el paso de los moradores de la zona, así como la circulación de tricimotos.

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A las 11:00 de ayer, personal y maquinaria de la Prefectura del Guayas llegaron al tramo de la vía Engabao-Puerto Engabao que se desmoronó por la creciente del río Suyuña. Estaba habilitado un paso provisional hasta que se cumpla con la reparación del área afectada.

Personal de Hidroplayas trabajaba en arreglos de unas tuberías por lo que Puerto Engabao estaba sin suministro de agua potable. La Prefectura prevé construir una nueva carretera al finalizar la etapa invernal, dijo Samuel Franco, jefe de Obras.

Esta es la segunda vez que nos inundamos. El año pasado fue peor, el agua subió un poco más, pero igual uno tiene miedo cuando llueve duro porque los ríos se rebosan.Alicia González, moradora de Aguas Verdes

(I)