Luis Antonio Albán, quien trabaja como conductor de un taxi en las calles porteñas, ayer se detuvo en la Bahía a comprar frascos de espuma para llevar a su casa, en la ciudadela Nueva Guayaquil, en el sur.

Él contó que su esposa y sus nietos lo esperaban para jugar carnaval, pues le tocó trabajar estos últimos días y quería aprovechar con su familia.

Asimismo, en la Floresta II, la familia Mejía Vera hizo una reunión para que los más pequeños jugaran con globos y pistolas de agua en una piscina plástica que armaron.

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Rosa Rodas, comerciante de las calles Ayacucho y Chile, expresó que remataron tres frascos de espuma por $ 5 para no quedarse con la mercadería.

Aseguró que ayer lograron vender bastante a pesar de haber sido el último día.

En sectores como el suburbio y barrios del centro también familias sacaron sus piscinas y se divirtieron en la tarde, pues hubo sol radiante en comparación con el fin de semana.

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Otros grupos de familias y amigos ayer salieron de Guayaquil para disfrutar en sitios cercanos como Puerto Hondo, Parque Lago y complejos en la vía a la costa.(I)