Carla Totoi aprovechó que la lluvia cesó para salir, la noche del pasado martes 6, a comprar los alimentos que ofrecería en el desayuno a sus hijos, a la mañana siguiente.

“Y si sigue lloviendo fuerte en la mañana, mejor aprovecho y compro ahora pan y queso”, dijo después de cancelar $ 2,25 en la panadería Avellanas, ubicada en Lorenzo de Garaycoa y Letamendi, en el centro sur de Guayaquil.

El empleado Cristian Hidalgo señaló que debido a las lluvias las ventas se han reducido en el 70%. “Estamos vendiendo apenas en el 30% de lo que hacemos diariamente”, indicó y sostuvo que en invierno esa tendencia es normal.

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Otros negocios también evidencian ausencia de clientes ante las precipitaciones prolongadas, que actualmente suelen empezar al atardecer y finalizar a la mañana del día siguiente.

Entre la noche del viernes 9 y la mañana del sábado 10 cayeron en Guayaquil 66 litros de agua por metro cuadrado, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), que sostuvo que la ciudad se consolidaba como la localidad más lluviosa de febrero, con un registro de 266 litros por metro cuadrado, ese sábado.

En la panadería Avellanas, que atiende de 05:45 a 22:30, tres personas se encargan del hornado y venta de panes, dulces y bocaditos.

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Hidalgo comentó que solían también sacar pan caliente a las 07:00, 08:00 y 09:00, 13:00 y 18:00, pero que estos días de lluvia lo hacen a las 06:00, 09:00 y 18:00, que ello ha mermado capital y afectado su paga.

Odalis Mera, panificadora con más de 20 años de labores y con un local en Sauces 2, en el norte, señaló que en época invernal las ventas bajan en el 30%.(I)

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Alcantarillas
Sistema

Pozas
Otros panificadores aludieron que el agua lluvia que se empoza en las calles aleja a sus clientes y pidieron controles para evitar que chamberos propicien el taponamiento de alcantarillas al supuestamente romper las fundas de basura.