Mi mayor consuelo proviene de recordar mi divinidad.

Consuelo
Tengo abrigo, comida y relaciones personales positivas en mi vida. Sin embargo, puede que haya momentos en que me encuentro fuera de mi zona de comodidad. Mas, el consuelo verdadero no depende de condiciones externas sino que es el resultado de mi decisión de ir a mi interior, al espíritu. Al llevar mi vida basada en esta perspectiva, avivo y expreso paz. Sin importar las circunstancias, sé que cuento siempre con solaz espiritual. La seguridad divina alivia mi corazón, aquieta mi alma y abre puertas para la guía clara e inequívoca. Siempre encuentro lo que busco cuando me dirijo a mi interior. Confío y siento el amor y consuelo del espíritu. Mi mayor consuelo proviene de recordar mi divinidad.

Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. (F)