El Gobierno de Irlanda anunció el pasado lunes que el referéndum para liberalizar las leyes de aborto en ese país es un hecho, lo que provocó una petición de respeto a la vida humana de parte de los obispos del país, según informó el portal web aciprensa.com.

El referéndum decidirá si se deroga la Octava Enmienda de la Constitución de Irlanda que reconoce el derecho a la vida de los niños por nacer. La enmienda fue aprobada en un plebiscito en 1983 con casi el 67% de votos.

“La dignidad innata de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, es un valor para toda la sociedad, enraizada tanto en la razón como en la fe”, expresó en un reciente mensaje pastoral el arzobispo de Armagh y primado de todo el país irlandés, monseñor Eamon Martin.

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También, en una carta pastoral, el obispo de Elphin, monseñor Kevin Doran, señaló que “la referencia al derecho a la vida (del niño y de la madre) sería eliminada de la Constitución y no sustituida por ninguna otra cosa”.

En ese sentido, monseñor Doran advirtió que “si la sociedad acepta que un ser humano tiene derecho a terminar con la vida de otro, entonces ya no es posible reclamar el derecho a la vida como un derecho humano fundamental para nadie”. según el portal.

Además alentó el diálogo sobre el referéndum, diciendo que los ciudadanos provida deberían discutir abiertamente sus puntos de vista.

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Por su parte, Mons. Martin también argumentó que una derogación constitucional tendría efectos perjudiciales para el futuro de Irlanda.

“Derogar este artículo dejará a los niños por nacer indefensos y completamente a merced de las leyes de aborto que se introduzcan en Irlanda, que inevitablemente se ampliarán aún más en los años futuros”.

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Ambos alentaron al país a rezar para que Irlanda “escogiera la vida” y llamaron a los fieles a escribir a los políticos irlandeses para pedirles que defiendan a los no nacidos.

También los obispos dijeron que la Iglesia debe seguir buscando formas de apoyar a las mujeres y las familias.

La derogación de la enmienda podría permitir el aborto en las primeras doce semanas de embarazo. El aborto no se impide en Irlanda solo cuando la salud o la vida de la madre peligran. (I)