A los 8 años, ambos empezaron como asistentes de sus padres en el circo de los Hnos. Fuentes Gasca. Allí, de niños comenzaron a laborar como payasos, oficio que era realizado por su padre en compañía de su madre, que era trapecista.

Un quebranto en la salud de su padre los motivó a buscar más réditos económicos fuera de la carpa e iniciaron su incursión en el teatro de la calle. Se quitaron la pintura del rostro y empezaron con el montaje de obras infantiles.

Con sus primeros ingresos lograron pagar los exámenes que su padre requería.

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A partir de ahí, los hermanos Kléber y Alfredo Méndez llevan el teatro de la calle en su día a día. Su papel incluso va más allá, pues lideran la Asociación de Teatreros y Humorísticos urbanos afines de Guayaquil (Athuag), que se presentan de jueves a domingo con obras nuevas cada semana, en el malecón Simón Bolívar.

Estas muestras de arte, que en décadas pasadas se apoderaban de distintos rincones del centro, como la Plaza del Centenario y Plaza Rocafuerte, tienen en el Malecón, desde el 2017, un nuevo escenario.

Ellos se ubicaban en la Plaza Rocafuerte cuando no existía la pileta actual, alrededor de ese monumento, el público se instalaba y se mezclaba con el comercio y la gente de todo estrato social. Allí, aunque tenían problemas con policías municipales, aprendieron con la tutela de teatreros como Peter Olvera y Raúl Moreira.

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Muchos actores de las series de televisión salieron de la calle y ahora pretenden que se replique más eso.

Ellos hacen libretos para televisión y radio, pero en las calles buscan rescatar a jóvenes inmersos en las drogas. Desde la creación de la asociación, en mayo pasado, han logrado recuperar a siete jóvenes de las drogas.

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“Hay jóvenes que vivían bajo puentes, ahora ellos trabajan y eso lo invierten en su arte”, dice Kléber, de 38 años.

Ahora la asociación les ha dado un orden a los teatreros, que de lunes a miércoles se enfrascan en crear obras y en sus ensayos. Ellos tienen horarios promocionados en el Malecón, de jueves a domingo, y abren las puertas a los actores que vayan con mensajes positivos.

Las creaciones de estos dos actores se da cada semana con una nueva obra con temas sociales como violencia familiar, el bullying y educación.

Cada fin de semana, decenas copan las escaleras en las ágoras del Malecón. Entre sus bromas pasan por cada puesto pidiendo una colaboración por su trabajo. La gente interactúa con ellos bailando o bromeando y ganan $ 20, $ 50 o hasta $100 por sus obras.

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Actualmente, Alfredo se encarga de los permisos municipales para usar espacios y tener resguardo policial, además filtra los contenidos que cada actor busca transmitir.

En las noches, ellos como el resto de teatreros salen a las calles hasta la madrugada ofreciendo un teatro más “picante” en la av. 9 de Octubre. “El humor es tratar de concienciar a la gente sobre algo, no denigrar”, dice Kléber. (I)

Queremos tener un apoyo del Gobierno y Municipio, que se nos abran más espacios, así nosotros que estamos apoyando como Athuag vamos a rescatar muchos más jóvenes de las drogas”.Kléber Méndez, Actor