Las resquebrajaduras que presentaban las bases metálicas y de cemento en las que se edifica el templo de la parroquia Beato Álvaro del Portillo, no permitieron continuar con la obra en el tiempo establecido, lo que ha generado un mes de retraso en el proceso, pues es necesario volverlas a hacer.

Esta iglesia se construye como parte del proyecto Nuevo Amanecer, liderado por la iglesia rectoral San Josemaría Escrivá, en colaboración con el colegio Delta y familias católicas.

La obra, que comenzó a inicios de este año, se levanta en un área de 5.000 metros cuadrados, entregada en comodato por parte del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). Contará con una iglesia con capacidad para 400 personas, casa parroquial y aulas para catecismo y beneficiará a 60.000 habitantes que residen en Socio Vivienda I y II.

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Con un monto de $ 20.000, que se recaudaron en un megapulguero organizado por las estudiantes del Delta, más donaciones particulares de empresarios, nuevamente se están haciendo los cimientos de concreto y los pilares de soporte.

José Marroquín, párroco de la iglesia que lidera el proyecto, cuenta que ya están listos los vitrales de la iglesia y el contrato para hacer las bancas y altares. Se estima terminar con toda la obra en un lapso aproximado de dos años. (I)