Karen Maydana recuerda que tenía 9 años cuando el sacerdote Carlos José la manoseó en la banca de la iglesia, frente al altar. El hecho, dijo, ocurrió durante la confesión antes de recibir su primera comunión.

Aquello la marcó tanto que siendo adolescente, en el 2004, ella intentó suicidarse. Nunca había hablado en público sobre lo ocurrido hasta ahora.

Luego de escuchar que dos mujeres que estudiaron en su escuela, en la localidad argentina de Caseros sufrieron supuestos abusos del mismo sacerdote, se les unió como denunciante en un caso que en julio llevó a la detención del clérigo, sospechoso de agresiones sexuales agravadas.

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“Lamentablemente, estamos apareciendo muchas, pero a la vez te llena de fuerza y esperanzas para poder seguir en esta lucha”, refirió Maydana, quien actualmente tiene 22 años.

Esas acusaciones son parte de una tendencia al alza, mientras el papa Francisco ha sido enfático en que cumplirá su promesa de ‘tolerancia cero’ con los abusos sexuales cometidos por religiosos y denunciados a nivel mundial.

Se estima que en los dos últimos años, en la natal Argentina del pontífice, el número de sacerdotes identificados públicamente como presuntos agresores sexuales aumentó significativamente.

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Desde el 2001 al menos 66 clérigos, monjas y otros religiosos han sido acusados de abusar presuntamente de docenas de personas, la mayoría niños.

Esa cifra se obtuvo de testimonios de las víctimas, documentos judiciales y eclesiásticos y reportes de medios locales corroborados con la base de datos de BishopAccountability.org, un grupo con sede en Estados Unidos que recopila datos de abusos del clero.

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El número de denuncias nuevas se mantuvo en un solo dígito entre 2001 y 2015. Pero desde principios del 2016, las víctimas han identificado a 21 perjudicados más.

“En Argentina estamos en el inicio recién de la crisis de los abusos”, citó el obispo de San Francisco en la provincia de Córdoba, Sergio Buenanueva.

“Seguramente, la Iglesia en Argentina va a conocer un in crescendo de estas denuncias”, añadió el prelado, que dirige una comisión en la Conferencia Episcopal Argentina que investiga este tipo de abusos.

Buenanueva indicó que la Iglesia planea crear su primera base de datos integral sobre abusos clericales. El obispo viajó recientemente al Vaticano, donde se reunió con miembros de la comisión que asesora a Francisco sobre el tema para discutir políticas de prevención a implementar en Argentina.

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Las víctimas de los abusos también apuntan a tomar acciones. Maydana y dos compañeros más visitaron el colegio y la iglesia adyacente para hacer públicos sus casos. Otras cuatro mujeres se sumaron a su denuncia.

Por pedofilia
Un tribunal de la provincia de Entre Ríos condenó en septiembre a un cura colombiano a 25 años de prisión por abusar sexualmente de cuatro niños, uno de ellos de 10 años. Esa es, hasta la fecha, una de las sentencias más severas contra un sacerdote pedófilo que se registra en Argentina. (I)