La piscina semiolímpica del Centro Cívico, para entrenar, parece ahora un pantano. Hay lodo, maleza y basura.
Otra imagen de la piscina olímpica, donde compitieron los mejores nadadores del planeta entre el 29 de julio y el 8 de agosto de 1982. El Estado gastó 250 millones de sucres en toda la obra.