Un nuevo reto de eliminación se vivió la noche de este jueves, en el capítulo 34 del programa de cocina MasterChef Ecuador, transmitido por Teleamazonas, una jornada que se dividió en dos etapas.

La primera etapa consistió en una prueba de velocidad, donde los cocineros Edison, Jamil, Santiago, Henry, Andrés, Sol, Nicolás y Johjan tuvieron que preparar un huevo pochado (escalafado).

Esta presentación de huevo consiste en hervirlo y cocinarlo sin cáscara en un líquido hirviendo. La yema líquida queda entonces envuelta en la clara como en una bolsa (poche, en francés). El chef Jorge Rausch dio las indicaciones necesarias para la preparación y los cocineros se apresuraron.

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Algunos de los cocineros lo intentaron, pero finalmente fue Henry quien presentó un huevo pochado perfecto, por lo que pudo acceder salvado al balcón. “Hice un huevo pochado perfecto... se siente bien subir al balcón, se siente gratificante”, comentó el cocinero tras su triunfo.

Para la segunda etapa del reto de eliminación, los participantes tuvieron que escribir algunos de sus secretos en un sobre para depositarlos en una urna, y preparar un plato inspirado en el secreto que escribieron. Para ello tuvieron 45 minutos y la despensa abierta de forma permanente.

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Una vez que se cumplió el tiempo de preparación, la presentadora Erika Vélez procedió a sacar de la urna uno de los sobres con los secretos. “Finjo estar bien ante los ojos del resto, pero en mi tiempo libre, me quiebro por dentro”, indicaba el mensaje que pertenecía a Santiago.

El cocinero presentó su plato Pepe, que consistió en una pasta carbonada con tocino y queso parmesano. “Muchas personas me ven como una persona un poco sencilla, sin mucha vida, talvez un poco vacío. Y cuando me conocen, es como que ven el lado que no reflejo y comienzan a ver un lado diferente de mí. Por eso es que representé la carbonara, es un plato sencillo...”, argumentó sobre su inspiración que fue del agrado de los chef.

Jamil en cambió presentó una historia lúgubre para su plato denominado Andy Pandy va a Bali, que consistió en col flambeada con caldo de verduras y hongos con salsa de soya y teriyaki. “Por mi culpa, un integrante de mi familia murió”, decía su secreto.

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Relató que la receta se la enseñó su hermana, quien había tenido unas prácticas en Bali. Pero su secreto era de que de niños, mató por accidente al conejo que tenía su hermana y le dijo que la mascota había huido. Pero además de ocultarle la verdad, depositó el cuerpo del conejo en la basura, es decir, no lo sepultó. “Fue un accidente”, se justificó el participante.

En todo caso, los chef jueces quedaron impresionados con su creación, al punto de que lo enviaron directamente al balcón.

Los secretos de Edison, Andrés, Sol, Johjan también salieron a la luz, pero fue el de Nicolás uno de los que más impresionó. “Me fui de la casa a una corta edad, un día que me mandaron por compras, y no he regresado hasta ahora con mis papás”, decía su mensaje.

Nicolás presentó una pasta de pulpo y remolacha con tomates, queso y zanahoria, para representar su secreto. Entre lágrimas relató que se fue de casa a los 14 años y en la calle tuvo que salir adelante solo. “El pulpo es un animal solitario que toma decisiones solo”, dijo sobre la inspiración para su plato.

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“Ha sido un gran reto de eliminación, primero porque han cocinado muy bien. Segundo, porque nos han contado unos secretos muy íntimos; y, tercero, porque han podido representarlos muy bien en sus platos”, comentó Rausch.

Finalmente Nicolás tuvo que salir de la competencia, pues su plato fue el que más fallas presentó en este reto de eliminación.

Creo que me esforcé bastante, quise dar lo mejor de mi, estando operado (de la vesícula). Cuando volví, volví con fuera, pero quizá me exigí mucho. Entonces para mi es valentía haber hecho lo que hice“, comentó el concursante. (E)