Aunque la hemos visto presentarse en varios escenarios, aparecer en programas de televisión, salir de gira y hasta publicar en su propia cuenta de Instagram, la cantante de 39 años no ha sido dueña de sus decisiones profesionales o personales durante más de una década. Gracias a una tutela legal, su padre, Jamie Spears, ha estado a cargo de todo lo relacionado a la vida de su hija desde el 1 de febrero de 2008. O como explica el documental Britney vs. Spears, estrenado hoy en Netflix, Jamie se convirtió en Britney. ¿Qué revelaciones dejó la investigación de la cineasta Erin Lee Carr?

Justin Timberlake dejó la conversación

Por primera vez, el exvocalista de N’Sync no forma parte de una historia audiovisual relacionada con la cantante con quien mantuvo una relación entre 1999 y 2002. Netflix simplemente omite ese periodo de tiempo y salta directamente a su boda con Kevin Federline en 2004 y su posterior divorcio en 2007, el cual dio paso a la batalla legal por la custodia de sus hijos, uno de los detonantes para la crisis que sufrió la cantante.

Britney salió con un paparazzo

El fotógrafo inglés Adnan Ghalib es una de las primeras voces que aparecen en el documental para revelar detalles de la relación que mantuvo con la cantante mientras ella aún estaba en el proceso de divorcio. “Yo trabajaba para una agencia. Me dieron la dirección. Quédate fuera de la casa y cuando ella salga, síguela. Mi trabajo era tomarle fotos”, dice. Tras un encuentro amistoso en una gasolinera, Britney comenzó a preguntar por él y pronto se volvieron muy cercanos. Sin embargo, todo terminó cuando su padre, Jamie, obtuvo la tutela. Salir con Britney en un auto, sin la autorización de su padre, era como secuestrarla.

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Jason Trawick, su exprometido, fue también su cotutor

En 2011, Britney se comprometió con su agente, Jason Trawick. Aunque no llegaron al altar (terminaron en 2013), él sí llegó a compartir la tutela legal de Britney con su padre, Jamie Spears. “Jason era muy inteligente, muy dulce, muy cariñoso. Era uno de los tipos en los que yo confiaba y hablábamos de todo lo que estaba pasando. Ver en lo que luego se convirtió, nunca lo habría imaginado”, comenta uno de los amigos cercanos de la cantante. “Tras comprometerse con Jason, Britney pidió que él fuera agregado como tutor, pero en lugar de reemplazar a Jamie, el tribunal falló por lo que se considera un arreglo, Jason y Jamie eran cotutores”.

Britney recibía una mesada de $ 8.000

Aunque durante 13 años, Britney no dejó de trabajar y de generar ingresos a través de su carrera artística, su ingreso personal se reducía a $ 8.000 mensuales que recibía como mesada. Mientras que su padre ganó $ 2,1 millones de las giras, entre 2013 y 2018, además de un salario mensual de $ 16.000. “Lo único que sabemos con seguridad es que Britney trabajaba casi sin parar y ganaba mucho dinero para otras personas”, relata el documental.

Britney Spears y Sam Asghari se comprometieron el pasado 12 de septiembre.

Las restricciones impuestas por la tutela contradecían las habilidades de Britney en su trabajo

Si Britney quería visitar un local cercano de hamburguesas debía pedir permiso y esperar 20 minutos (o más) por una autorización. Asimismo, cuando necesitaba dinero para comprarle libros a sus hijos y hasta para conducir un carro de golf en un terreno cerrado, primero tenía que preguntar por cada vez que deseara hacerlo. Sin embargo, su cuidador no presentaba objeciones al momento de atribuirle a Britney nuevos contratos, giras, grabaciones o shows, los cuales ella cumplía profesionalmente. “Tenemos estándares muy particulares para una tutela. Debes ser incapaz de satisfacer tus necesidades de comida, ropa, salud y vivienda. Lo diré así: he representado a docenas de tutelados en corte y ninguno de ellos tuvo nunca un trabajo”, comenta el abogado Tony Chicotel.

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El documental también muestra evidencia de que Britney siempre quiso salir de la tutela, que incluso estaba dispuesta a negociar una tutela de su patrimonio, pero liberarse definitivamente del manejo de su persona. (I)