La obra de teatro Traición, creada por el dramaturgo británico Harold Pinter y estrenada en 1978, refleja la complejidad no solo de una infidelidad, sino también de lo que significa relacionarse con otra persona como amigos, esposos y amantes.

Bajo la dirección de José Miguel Flores, el Estudio Paulsen, centro de formación actoral que también produce obras teatrales, ofrecerá una adaptación de Traición protagonizada por los actores Carlos Scavone, Miguel Ángel Ochoa y Adriana Bowen.

Inaugurado en Guayaquil el Estudio Paulsen, un centro para las artes escénicas

La obra, en la superficie, trata de un triángulo amoroso entre Jerry (Scavone), agente literario; Robert (Ochoa), mejor amigo de Jerry; y Emma (Bowen), esposa de Robert. Debutará en el Estudio Paulsen, ubicado en la calle Numa Pompilio Llona, en el barrio Las Peñas, este jueves, 11 de mayo. Tendrá funciones cada jueves, viernes y sábado sucesivos hasta el 27 de mayo. Las entradas cuestan $ 20 y se pueden reservar llamando a los números (04) 6042597 o 0960189636.

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Aunque la infidelidad es central en la trama, lo importante de la temática, según Flores, va más allá de eso. Entran en juego elementos como el contexto histórico en el que Pinter escribió, las motivaciones dudosas de los personajes y la curiosa estructura temporal planteada por el actor: la obra comienza con el final y termina con el inicio de la historia.

Contar la historia así deja espacio, según Ochoa, para que los “cambios en el tiempo” y la evolución de los personajes tengan un “valor adicional”, además de dejar preguntas en el aire que serán contestadas poco a poco y otras que se dejan a la interpretación de la audiencia.

“El hecho de la infidelidad de este trío no es lo más importante. Lo que está pasando por debajo en las perspectivas de estos personajes, en torno a la traición que cada uno de los personajes genera y recibe, es lo más importante”, señala el director.

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El recurso de “desarticular el tiempo” al iniciar con el desenlace de la historia está ligado a la convergencia de puntos de vista y de distintas líneas de tiempo, forma de contar una historia originalmente planteada por el dramaturgo alemán Bertolt Brecht. La vida del autor, además, fue esencial para el director y los actores para entender el texto.

“Nosotros hicimos un levantamiento de la vida del autor para entender su obra, además del contexto histórico en el que se escribió”, expresa Flores. La corriente de liberación sexual estaba “en todo su auge” en la Inglaterra de la posguerra, a lo que se deben los cuestionamientos de la temática a las instituciones del matrimonio, la amistad, la familia y qué significa verdaderamente amar.

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Resultaría fácil plantear Traición como una cuestión de buenos contra malos, de traicionados contra los que traicionan, pero el director y los actores tuvieron cuidado de transmitir los distintos matices del asunto al público.

Estudio Paulsen sigue conectado en redes sociales

Ochoa, que nominalmente interpreta el papel de “traicionado”, no ve a su personaje de esa manera. “Más que víctimas y victimarios, somos seres humanos. Hay varias formas de poder entender lo que es una traición o no. No te diría que soy la víctima, pues mi personaje también atenta contra las relaciones de otros”, explica. (E)