No hay nada de extraño cuando tres amigas deciden vacacionar por un fin de semana fuera de la ciudad. Sin embargo, ¿qué pasaría si dejan sus restricciones atrás y se dejan llevar por sus impulsos? El director Augusto Enríquez explora esta idea de la mano de tres reconocidas actrices: Mirian Murillo, Martha Ontaneda y Elvira Carbo, quienes retratarán a unos personajes con los que el público podrá identificarse entre las risas.

Con más de siete meses preparándose para subir al escenario, “la idea de Las irresponsables surgió de Martha. Ella me había planteado hacer una obra de teatro y habíamos visto varias opciones, y no nos gustaba ninguna”, comenta Murillo. “Hasta que ella le escribió a Javier Daulte y él le respondió que sí: estaba recién estrenada en España Las irresponsables, en Barcelona”.

Al leer la obra del guionista argentino, que primero estaba escrita en catalán, supieron que esta era la indicada para traer a la vida, pero ahora, en un contexto guayaquileño.

Publicidad

Con su inauguración el jueves 28 de julio, la obra se expondrá el viernes 29 y sábado 30, seguido del jueves 4, viernes 5 y sábado 6 de agosto. Con una entrada de $ 20 y caso 90 minutos de entretenimiento, las presentaciones serán en los escenarios de La Bota, del malecón del Salado.

Al momento de resumir la experiencia que la obra ha traído a los participantes, las opiniones varían. Mientras que las actrices se enfocan en definir la temática en la inclinación que tienen sus personajes a los impulsos y la irresponsabilidad de sus acciones, el director se centró en la búsqueda y el compromiso.

“Es una comedia, pero no una fácil de las que tienen chistes. Es una comedia de situaciones que tienen que ver con los instintos más profundos e íntimos de las personas, y esto fue tabú para las actrices. Tuvieron que buscar, desde su propio yo, que serían capaces de hacer desde sus impulsos”, dijo Enríquez, el director de la versión ecuatoriana. “¿Eres capaz de dejarte llevar por tus impulsos?”.

Publicidad

Y esa misma temática representó uno de los mayores retos para las actrices, no obstante, desde distintas aristas. Para Carbo, el concepto ofrecido por Daulte la propulsó a cuestionarse a sí misma: “Nosotros hemos hablado de que, como seres humanos, las normas de convivencia que existen en una sociedad permiten que nosotros reprimamos esos impulsos hasta el momento en que nos decimos ‘No, no, porque puede pasar esto’ (al tomar acción)”.

“Pero creo que sanamente puedes dejarte llevar por los impulsos”, continúa la actriz, cuyo personaje se caracteriza por ser manipulador. “Tú puedes decir ‘voy a ver qué pasa’, siempre y cuando no dañes a nadie”. Además, asegura que este cuestionamiento también será transmitido a la audiencia: “cuando vean la obra, el espectador también tendrá esa posta de cuestionarse cuándo, dónde y en qué momento ha sido impulsivo”.

Publicidad

En cambio, para Murillo su mayor reto fue adaptarse a la actitud de su personaje: “Yo soy una actriz que se entrega toda, pero este personaje es reprimido. Piensa y se contiene; no hace. Esto me costó mucho”. Mientras que en otros papeles ella podría ser la encarnación de la extroversión, con este texto Murillo tenía que ser la personificación de la mesura.

La diversidad prima en las expectativas que cada uno tiene sobre Las irresponsables. Para Carbo los cuestionamientos son primordiales: “Yo creo que esto abrirá un debate después de ver la obra, y eso es lo interesante. Yo creo que ahí quedará algo abierto”.

En cambio, su director explica: “A través de la risa del público, que se ríe de sí mismo por el reflejo de los personajes, ya hace reflexionar: me burlo de mí mismo, a través de lo que estoy viendo… ¿soy capaz de hacer eso?”, y eso es lo que se busca con las futuras presentaciones. (I)