Los fanáticos de Carlos Vives saben que en sus conciertos el baile y la euforia están garantizados y esta vez no fue la excepción. La fría noche guayaquileña del sábado 3 de septiembre fue abrigada por el calor humano del público que llegó hasta el estadio Alberto Spencer.

Generalmente un show del colombiano dura un poco más de dos horas, sin embargo, en esta oportunidad duró casi el doble, contando desde la presentación de Mar Rendón, que salió al escenario pasada las 20:30. La ecuatoriana fue la encargada de abrir el espectáculo.

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Tras el show de Rendón, lo normal hubiese sido que salgan Vives y sus músicos, pero no fue así, ya que el cantante tanto para Quito y Guayaquil invitó a varios de los artistas que hacen parte del álbum Masters en parranda, esto como parte de la novedad de la gira Después de todo vives.

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De tal modo que salieron al escenario Camilo Rivera, quien sobre patines tocaba el acordeón, y a él se sumaron Lucas Arnau, Jerau, Alejandro González y Jbot y Tuti, y juntos interpretaron El parrandero. Pero el espectáculo no quedó allí, sino que cada uno también tuvo su momento, Lucas Arnau cantó De rodillas y Te doy mi vida; Jerau, La conquista y Estás conmigo; Alejandro González, El problemón. La dinámica de esta parte del concierto, que duró casi una hora, se combinó entre solitario y todos juntos.

Los artistas de Masters en parranda se despidieron pasadas las 21:30, no si antes agradecer al público y tomándose una fotografía, y dejando claro que estaba cerca de salir Vives.

‘Después de todo vives’

Unos minutos antes de las 22:00, los músicos de Vives empezaron a tocar el rimo de Pa’ Mayté, mientras que el cantante muy eufórico salió al escenario, con una venia y lanzando besos saludó a sus fanáticos que corearon a todo pulmón el tema.

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“Buenas noches Guayaquil. ¡Ey! Es increíble el día que nos está haciendo, porque la última vez que nos vimos ‘estaba lloviendo’, dijo un grupo de fanáticos’”.

Continuando con su intervención, Vives, luego de interpretar los primeros temas, se tomó unos segundos para presentar a algunos de sus músicos y relatar un poco sobre el origen de la canción que enseguida interpretó.

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A su repertorio se sumó Déjame entrar, Ella es mi fiesta, pero unos minutos de haber iniciado a cantar esta última ocurrió un imprevisto, se apagaron las luces del escenario y el show se detuvo por aproximadamente 15 minutos y con la intriga de los asistentes de qué estaba pasando, pero una vez que fue solucionado el inconveniente con la electricidad, Vives retornó a la tarima y nuevamente empezó cantó Ella es mi fiesta.

El concierto continuó con La bicicleta, un tema que en su versión original la canta con Shakira. Siguieron Fruta fresca, Nota de amor, Canción bonita, Baloncito viejo, entre otros.

Carlos Vives se presentó en el Estadio Alberto Spencer. (Cortesía de Top Shows)

El amor en el escenario

El amor predominó de todas las maneras en el concierto y como parte de ello es que una pareja se comprometió y Vives invitó al público a ser testigos de ese momento que él acompañó interpretando Volví a nacer y luego cantó Hasta viejitos, un tema que interpretó con uno de los artistas de Masters en parranda, Alejandro González.

Antes de seguir con el show, el colombiano enfatizó que el dinero recaudado del concierto será destinado para una iniciativa que lidera en Pescaíto, un barrio popular de su ciudad natal, Santa Marta, y esto también sirvió como referencia para comentar el tema que iba a cantar, Cumbiana.

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Al escenario nuevamente regresaron los Masters en parranda para juntos interpretar La tierra del olvido. Pero en la tarima no solo estuvieron ellos, a través de un collage de fotografías también se mostró a varios artistas de Colombia, Karol G, Shakira, Fonseca, Sebastián Yatra, J Balvin, entre otros.

El repertorio del artista, de 61 años, que vistió la camiseta de la Selección, se combinó entres temas clásicos y los nuevos, como Carito (2001) y El Teke Teke (2022), en el cual cuenta con la colaboración de Black Eyed Peas y Play-N-Skillz.

Nacho en escena

El show continuó con más sorpresas, cuando se acercaba la medianoche, junto a ella llegó el venezolano Nacho, quien interpretó Andas en mi cabeza y luego entre los dos cantaron La mitad.

“Estar en un concierto de Carlos Vives... es una experiencia que hay que vivir sí o sí. Gracias por venir, gracias por sumarle felicidad a la vida de ustedes, a la vida de nosotros. Para mí es un verdadero placer estar acá, en una ciudad que considero mía también”, dijo Nacho.

Invitada especial

El concierto del colombiano se cerró con otro momento especial, antes de cantar los últimos temas. Él invitó a una amiga al escenario. “Hoy conocí a una amiga cuando llegamos a la prueba de sonido. Ella se llama Daniela Zambrano, está cumpliendo años hoy, la invité y me acompañará”, dijo el artista antes de cantarle feliz cumpleaños.

La emoción de Zambrano de estar junto a su artista favorito fue más que evidente y como para hacer la celebración completa, Vives cantó una de las canciones preferidas de ella, Robarte un beso. “Feliz cumpleaños”, le dijo el cantante para despedirla.

La despedida también fue para su público y seguro de regresar a Ecuador, cerró el concierto cantando Cuando nos volvamos a encontrar, pero antes a capela cantó La piragua y La celosa. “Quiero agradecerles esta noche tan hermosa que nos han regalado, que ha sido una noche única, como siempre. Una vez con aguacero, otras sin aguacero, pero ustedes ahí con la misma alegría, muchas gracias”, expresó el colombiano. (E)