Más de 60 horas de grabación de video y alrededor de 150 en audio permanecieron aisladas durante medio siglo y afortunadamente ahora forman parte de las plataformas digitales de streaming, en el catálogo de Disney+, para ser más precisos. Esta serie documental que cuenta con tres episodios repasa la travesía que los fab four cruzaron para llegar al mítico concierto en la azotea del estudio de Apple Corps, empresa que fundaron a fines de los 60 para tener mayor control artístico en sus proyectos.

Dirigido por el célebre neozelandés Peter Jackson, The Beatles: Get Back muestra un lado más humano de Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, quienes en gran parte de la cinta lucen como amigables veinteañeros, hasta que empiezan disputas creativas, sumadas a la presión ejercida por el director Michael Lindsay-Hogg, quien tuvo como idea inicial la producción de un show de The Beatles que sería televisado, en el que presentarían un nuevo álbum. Sin embargo, todos los planes cambiaron mientras crecía la tensión entre todos los involucrados.

Pese a la variada información conocida sobre la separación del cuarteto de Liverpool, este archivo muestra una perspectiva distinta, desmitificando viejas historias que mencionaban a Yoko Ono (pareja de Lennon) como una de las causas; acertadamente McCartney dice de manera irónica y burlesca que dentro de 50 años la gente dirá que la culpa de su separación fue de Yoko por sentarse en un amplificador. Además, se puede ver a un Harrison bastante temperamental decidiendo dejar la banda y ausentándose durante varios días de los ensayos, para luego volver y aportar con un par de canciones que formarían parte del LP que luego sería conocido como Let it Be. Por su parte, Ringo Starr fue el más reservado, mientras que John era una figura hilarante y animada, siempre acompañada por Yoko.

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Seguramente todos los seguidores de esta legendaria agrupación se preguntaron en algún momento “¿cómo se habrá sentido ser un Beatle?”. La respuesta a esa interrogante se contesta al observar este documental, que gracias a un impecable trabajo de restauración audiovisual permite ser testigo de la genialidad creativa y el proceso de transformación de melodías sin sentido con letras incoherentes, en canciones que forman parte del oído colectivo y de cualquier cancionero popular, como Get Back, Two of Us, Don’t Let Me Down, Let it Be, entre otras.

Estos registros íntimos logran empatizar con la frustración beatlelezca generada al no poder terminar su álbum, la tristeza por la salida temporal de George y también la alegría que trajo la incorporación del pianista Billy Preston, quien llevó aires nuevos al set y se ganó la oportunidad de ser el único artista que llegó a ser considerado como el quinto beatle.

Por supuesto, no podía faltar la última aparición en público de la banda, que fuera registrada en la mencionada azotea, en esta ocasión con tomas inéditas de los espectadores en la calle, expresando algunos ásperas críticas y otros su ferviente fanatismo.

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Luego de ser parte de The Beatles por más de siete horas divididas en tres entregas, definitivamente hay que decir que esta es la mejor época para considerarse fan de estos artistas que parecen ser eternos.