Con una maratón de conciertos, exposiciones y emisiones especiales, Buenos Aires celebra este sábado el cumpleaños 70 de Charly García, un homenaje en vida al eximio músico y autor de decenas de canciones convertidas en clásicos del rock en español.

Bajo el nombre “Charly BA por Fito”, el rosarino Fito Páez brindará un espectáculo gratuito acompañado por su banda, en el teatro Colón de Buenos Aires, una sala lírica célebre por su acústica.

Nadie a ciencia cierta sabe si estará en los homenajes, aunque está todo preparado por si aparece”, dijo a la AFP una fuente del Centro Cultural Kirchner (CCK), otro espacio del Ministerio de Cultura elegido para la celebración.

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Recluido durante la pandemia, Charly —nacido el 23 de octubre de 1951 como Carlos Alberto García— dio su último show el 11 de diciembre de 2019 en el estadio Luna Park de Buenos Aires, cuando con voz cascada y dificultad para movilizarse exhibió el virtuosismo de siempre al piano y desgranó varios de sus clásicos, como Yendo de la cama al living, Cerca de la revolución y Desarma y sangra.

Charly Garcia en un "show" en Montevideo, Uruguay, en 2011. Foto: -- PABLO PORCIUNCULA

En el majestuoso CCK, más de 40 músicos participarán en una maratón de shows a lo largo de la tarde del sábado, divididos en bloques temáticos —jazz y rock—, que además se transmitirán en directo por redes y plataformas.

En el mismo espacio se presentará “TRIP. Una experiencia sobre Charly García”, una propuesta de música e imágenes protagonizada por la fotógrafa y artista visual Nora Lezano, la cantante tanguera Lidia Borda y el pianista Daniel Godfrid, mientras en otros pisos se desarrollarán charlas sobre distintas facetas del artista que en 2009 recibió el Grammy a la Excelencia Musical.

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Lezano, además, junto con su colega Andy Cherniavasky y la música Hilda Lizarazu exponen sus fotografías de Charly en el teatro San Martín de Buenos Aires, sitio donde otro concierto bajo dirección musical de Lito Vitale inauguró el jueves los festejos.

Artistas que fueron parte de las bandas del autor de Demoliendo hoteles interpretaron en el San Martín numerosos clásicos, como Ojos de videotape, Raros peinados nuevos y No bombardeen Buenos Aires.

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“Con sus canciones, Charly nos entrega arte, belleza, identidad, genialidad, originalidad y valentía. Lo que lo hace único es su inconmensurable personalidad, su humor, su capacidad para renacer del dolor, su tremenda frontalidad, nadie menos careta (falso) que Charly”, lo describe el cantautor León Gieco en una producción del portal Filonews.

Figura de la cultura popular argentina, el artista que le cantó a su propia muerte antes de cumplir los 20 años, que desafió la censura de la dictadura militar, sobrevivió a los excesos y a las drogas, apuesta ahora a construir La máquina de ser feliz, canción incluida en su disco Random, de 2017.

“La música es mi oxígeno”, dijo en 2018 a la revista especializada Rolling Stone, que lo califica como el “mayor exponente del rock and roll argentino” e “icono cultural del país” en una producción dedicada al exlíder de bandas emblemáticas, como Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros y Seru Girán.

Concertista de piano y música clásica desde los cinco años, su vida dio un vuelco cuando descubrió a los Beatles y le “volaron la cabeza”, según sus propias palabras.

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Roquero de alma, cuestionó todas las normas, rechazó siempre lo políticamente correcto y desafió hasta la ley de gravedad cuando en 2000 se zambulló a una piscina desde un noveno piso de un hotel, sin sufrir daños.

Eran los tiempos de su etapa Say no more, cuando destruía instrumentos en los escenarios y habitaciones de hoteles aunque sin nunca perder la lucidez para retratar la realidad y su calidad musical.

Ese camino de oscuridad lo llevaría a una internación en una clínica psiquiátrica, de donde lo rescató en 2008 otro músico popular pero en las antípodas del género roquero, Ramón Palito Ortega, quien lo animó a volver a grabar.

Así, en 2011, para celebrar sus 60 años dio un show de resurrección en un estadio de Buenos Aires colmado de fanáticos que resistieron bajo la lluvia torrencial, que Charly bautizó como El concierto subacuático.

“Ya la noche ha pasado debe amanecer, salgamos de las cuevas, hay mucho que hacer, por mí, por vos, por la humanidad, mirémonos, no hay más que hablar, tomémonos del aire que nos queda para respirar”, cantaba García en Música del alma, un tema de 1980 que no perdió vigencia. (E)