Por Martín Riofrío | escritor

Intrépida, vertiginosa, inteligente, esa es la forma en la que podría definirse la escritura de Gilda Holst. Aproximarse a la obra de Gilda -modo un tanto confianzudo con el que muchos la llaman aun sin haberla conocido- es hablar de una literatura donde nada es lo que parece.

Quizás quienes frecuentamos el mundillo literario guayaquileño nos referimos a ella en un tono tan familiar y cercano porque día a día salta a nuestro encuentro una sociedad llena de contradicciones, donde con frecuencia el silencio se apodera de nuestras vidas y actúa de maneras misteriosas, resolviendo las cosas a su manera. Ese es Guayaquil, y ese es el Guayaquil del que Gilda nos habla en sus libros. Ciudad tan próxima y a la vez tan ajena, que también irradia ingenio y lozanía, motivos que Holst no echa en falta para describir, en ocasiones, con su finísimo humor y precisión.

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La editorial Cadáver Exquisito ha publicado hace poco su Obra completa. En ella podemos encontrar tres libros de cuentos, su novela Dar con ella, y textos inéditos o publicados en otras partes como crónicas, una obra de teatro, discursos y ensayos. Esta edición es una gran oportunidad para leer y descubrir a una de las más grandes escritoras de nuestra literatura. (O)