Por Marina Salvarezza | Actriz y directora

Un libro especial, publicado en 2013 por una de las más importantes casas editoriales italianas, Rizzoli.

Su autora, Serena Dandini, es una importante escritora y conductora televisiva, creadora de programas culturales muy novedosos e inteligentes como La TV de las Chicas, Habla conmigo, Pippo Chennedy Show, espectáculos llenos de crítica social y política y de buen humor satírico.

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Como ella misma explica... Ferite a Morte (Heridas de muerte) nace del deseo de dar voz a las víctimas de feminicidio, a todas aquellas mujeres que en vida han hablado poco o que nunca han sido escuchadas. Detrás de las ventanas cerradas de las casas italianas se esconde un sufrimiento silencioso y el homicidio es solo la punta de un iceberg de un recorrido de abusos y dolor que se llama “violencia doméstica”. Pero de estos lados oscuros de nuestras familias es preferible no hablar”.

A través de estas denuncias, presentadas como breves y sintéticos monólogos, la imaginación de Serena Dandini nos ofrece un duro, auténtico y directo testimonio de muchas mujeres que hablando en primera persona pueden narrar la verdad de lo ocurrido y sentirse finalmente libres.

El libro recoge también unos datos concretos sobre la cantidad de feminicidios realizados en Italia a lo largo de un determinado periodo, y algunas concisas informaciones dedicadas a ilustrar la horrorosa y sorprendente situación social, cultural y jurídica sufrida por las mujeres como un verdadero infierno de torturas y abusos, en varios países de Europa, África, Asia, Medio Oriente y América.

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A partir de su libro, Dandini realizó también un evento teatral que ha recorrido toda Italia con gran éxito de público y crítica.

Ferite a Morte es un libro fundamental para entender, en toda su dramática realidad, esta pandemia que se llama “feminicidio”, donde las mujeres son las víctimas predestinadas pero donde también los hombres son la expresión abyecta de una cultura ancestral que los quiere violentos, dueños absolutos de la mujer y de sus hijos, incapaces de controlar su ira y dolor, porque... " todos somos frutos de este abismal analfabetismo sentimental”. (O)