La última novela del maestro británico del espionaje John Le Carré fue publicada póstumamente el jueves en el Reino Unido, aunque, tras revisar el material no editado de su padre, uno de sus hijos dio a entender que podría haber más.

Titulado Silverview, el libro parte de la improbable amistad entre un antiguo banquero de la City londinense y un emigrante polaco en una pequeña localidad de la costa inglesa.

En él, el autor, que trabajó en su juventud para los servicios secretos, vuelve a plasmar sus dudas sobre los métodos y la ética de la inteligencia británica. Pero en esta ocasión profundiza más en el tema del envejecimiento y la muerte.

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Copias del libro Silverview del autor británico John Le Carre se exhiben a la venta en Londres, Gran Bretaña. Foto: EFE

Le Carré, cuyo verdadero nombre era David Cornwell, murió en diciembre, a los 89 años.

Escribió 25 novelas y un volumen de memorias, El túnel de las palomas (2016), y ha vendido más de 70 millones de libros en todo el mundo.

Para sus novelas de espías siempre se inspiró en su carrera previa, arruinada por una agente doble británica que reveló su identidad y la de muchos de sus compatriotas al KGB soviético.

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Eurófilo convencido y férreamente contrario al Brexit, había adoptado la nacionalidad irlandesa antes de morir y en su anterior obra, Un hombre decente (Agent Running In The Field), publicada en 2019 retrató al primer ministro británico Boris Johnson como un “cerdo ignorante”.

Desde su fallecimiento, sus cuatro hijos han estado catalogando su archivo de obras inéditas.

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El menor, Nicholas Cornwell, que también es escritor, se encargó de poner en orden el manuscrito de Silverview, del que reconoce que la familia tenía conocimiento aunque nunca supo porqué lo dejó de lado.

Fue el propio Le Carré quien, durante un paseo por un parque del norte de Londres, le había preguntado “¿Terminarás cualquier cosa que deje sin hacer? Y le contesté que sí, porque no me imagino diciendo que no en ese contexto”, explicó esta semana al diario Sunday Times.

Considerando que “a veces el material que se publica póstumamente es malo y no debería editarse”, aseguró que “esto no entra en esa categoría. Es un libro genuinamente bueno”.

Cornwell explicó asimismo que entre los papeles de su padre hallaron historias inéditas protagonizadas por el espía George Smiley, su personaje más caraterístico.

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“Hasta que punto están terminadas o son publicables es algo que averiguaremos”, explicó.

Aunque fue objeto de una biografía y escribió sus memorias, siguen existiendo misterios en la vida del autor que incluso su familia afirma no tener claros.

“Durante todo el tiempo que le conocí nunca me dijo nada que no estuviera disponible en la esfera pública sobre su propia carrera de inteligencia. No sé nada más que ustedes”, aseguró Cornwell. “Me fascinaría que alguien escribiera lo que realmente hizo durante sus años de espía”. (I)