El diario de Ana Frank, uno de los testimonios más conocidos del Holocausto judío, ha sido objeto de numerosas ediciones desde que fue publicado hace 75 años. Una editorial francesa cree haber hallado la versión definitiva.

El libro de esta joven judía de Ámsterdam, que vivió escondida gran parte de la Segunda Guerra Mundial, fue publicado póstumamente el 25 de junio de 1947 gracias al trabajo de compilación de su padre, Otto.

Otto Frank sobrevivió a los campos de concentración, pero no su hija Ana, que murió en Bergen-Belsen a los 15 años.

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La primera versión se titulaba Het Achterhuis (“El anexo” en holandés). En español fue publicada en 1955 como Las habitaciones de atrás.

El anexo o Las habitaciones de atrás aluden al apartamento secreto que se hallaba detrás de una falsa biblioteca, en una casa de Ámsterdam, donde la familia Frank vivió escondida entre 1942 y 1944.

Faltaba muy poco para la llegada de las tropas aliadas a Holanda cuando los Frank fueron descubiertos, presumiblemente denunciados por un vecino o conocido, y deportados.

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La edición holandesa original es de 3.000 ejemplares. Setenta y cinco años después, los diarios de la joven Ana, en los que aborda con honestidad el enclaustramiento que sufría, su visión de la guerra, del amor o de la amistad, ya han llegado a los 30 millones de ejemplares, según la Fundación Ana Frank.

El primer editor en lengua no holandesa fue el francés Calmann-Lévy, que lo publicó en 1950, y que ahora vuelve a presentarlo al público en una versión que cree definitiva, y en gran formato.

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Un libro heterogéneo

Una de las ediciones de 'El diario de Ana Frank'.

“Fue una amiga holandesa la que entregó el libro a Manès Sperber, un filósofo que era editor en Calmann-Lévy y que leía el holandés. Se quedó totalmente fascinado con el diario de Ana Frank, y dijo: ‘Lo vamos a editar’”, cuenta Philippe Robinet, director general de Calmann-Lévy.

Ese mismo año sale publicada la edición alemana, y la estadounidense en 1952, gracias a un escritor que había leído la versión francesa, Meyer Levin.

Las habitaciones de atrás es un libro heterogéneo. Ana empezó a escribirlo en junio de 1942, dos días después de haber cumplido 13 años, y apenas dos semanas antes de que su familia se escondiera. En 1944, antes de su detención el 4 de agosto, Ana ya tenía la idea de convertirse en escritora, por lo que empezó a redactar una obra más ambiciosa a partir de ese diario.

En el mundo editorial se conocen como versión A y B. La versión A es un diario adolescente, lleno de entusiasmo y dudas. La versión B es un esbozo de novela epistolar, con un estilo más maduro, que sorprendió a su propio padre y a los estudiosos, que durante décadas han señalado las perspectivas literarias de esta joven asesinada por los nazis.

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Otto Frank combinó ambas versiones y el resultado fue el libro que salió publicado, con un éxito inmediato.

Una amiga de infancia de Ana, Laureen Nussbaum, superviviente del Holocausto, denunció en 1995 esa primera edición, en declaraciones al diario británico The Independent. Ese libro es “un revoltijo”, explicó.

Un especialista francés de diarios íntimos, Philippe Lejeune, alaba en cambio el libro en 1993: “Otto Frank logró un trabajo admirable, desde el punto de vista literario y humano”.

Edición crítica

La versión B, la más “novelizada”, fue la que escogió el editor alemán del diario, en 2019, bajo el título Liebe Kitty (Querida Kitty), en alusión a la amiga imaginaria de Ana.

Esa versión alemana es muy breve, apenas 208 páginas, lo que corresponde al trabajo que Ana apenas estaba empezando.

La edición “crítica” en francés, que reúne todas las versiones, es tres veces más larga, y fue publicada en 1989. Desde entonces ha aparecido un último fragmento inédito (1998), que ahora es integrado en esta versión “definitiva”. (I)