Desde la noche del miércoles 26 de enero, conocidos y admiradores de la obra del poeta mantense Pedro Gil compartieron la noticia sobre su deceso. Uno de ellos fue Freddy Solórzano, periodista y amigo del bardo, quien notificó el hecho luctuoso alrededor de las 19:00.

Según la información que trascendió en los medios digitales, Gil fue atropellado por un camión que transportaba plátanos la semana pasada, en la avenida 113 de Manta. El accidente de tránsito ocurrido el viernes 21 de enero le hizo sufrir por varios días uno de sus más terribles temores, pues al escritor manabita se le atribuye la frase “A la muerte ya no le tengo miedo. ¿Sabes a lo que le tengo miedo? A la agonía. Yo siempre he tenido miedo es a la agonía” (entrevista con Abril Altamirano).

Los allegados recién pudieron reconocer su cuerpo en la morgue este miércoles. Incluso se dice que hay una persona detenido dentro de las investigaciones que buscan aclarar el siniestro vial.

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Escritores y instituciones del gremio lector también han expresado su consternación sobre su muerte. La Casa de la Cultura, el Club De Lectura Sociedad Del Quijote, Ministerio de Cultura y Patrimonio se solidarizaron con sus dolientes.

Entre las obras del autor se mencionan Paren la guerra que yo no juego (1989), que publicó a los 17 años, Delirium Tremens (1993), Con unas arrugas en la frente (1997), He llevado una vida feliz (2001), Los poetas duros no lloran (2001), 17 puñaladas no son nada (2009), Crónico (poemas del psiquiátrico Sagrado Corazón, 2012), entre otros poemarios, cuentos y antologías.

“La vida y la obra de Pedro Gil (Manta 1970-2022) podría resumirse en que siempre estuvo naciendo, muriendo y resucitando, pero sería mezquino reducirla a eso, después de haber entregado tanto sin pedir nada a cambio”, resalta el escritor Damián De La Torre en una reseña que preparó sobre el poeta.

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En los años 80 fue tallerista del escritor Miguel Donoso Pareja y según el escritor y periodista Luis Fernando Fonseca fue coordinador de talleres y promotor cultural. De acuerdo con Neptalí Palma, periodista y corresponsal de diario El Universo en Manabí, Gil estaba preparando un nuevo libro, “de esos ‘cortavenas’ como él les decía”.