Siempre se ha dicho que el Miss Universo es un espacio solo para la belleza, pero fue el mejor momento para la candidata de Birmania, Thuzar Wint Lwin, porque tenía la atención de millones de personas quienes podían conocer de su propia voz las críticas hacia el gobierno de los generales golpistas, que tomaron el poder por la fuerza el pasado febrero.

Durante el certamen, Miss Birmania (Myanmar) alcanzó a estar dentro de las primeras 21 finalistas y fue en su tiempo durante el escenario, mientras usaba uno de los trajes étnicos de Birmania, específicamente el vestido de las mujeres chin en las ceremonias tradicionales (utilizado en el festival Khwang Cawi), cuando aprovechó para hacer eco de la situación de la región y la represión sangrienta de los uniformados contra las protestas prodemocráticas, donde han muerto más de 800 civiles y han arrestado a más de 4.000 personas; además, su pancarta pedía oraciones para Birmania.

“Nuestra gente está muriendo y recibiendo disparos de los militares todos los días”, dijo durante la presentación de su video biográfico, en el que mostraba imágenes suyas participando en las manifestaciones contra los golpistas.

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Aunque Thuzar Wint Lwin no llegó a la última ronda de la competición mundial, en que resultó electa como Miss Universo la representante de México, Andrea Meza, la birmana logró que el mundo entero hablara de ella y además ganó el premio al mejor traje nacional, y no fue solo por la pancarta. (E)