En sus redes sociales se presenta como modelo, comunicadora y actriz. En persona, lo hace como una joven indígena proveniente del cantón Colta, de la provincia del Chimborazo. Ella es Meliza Yumisaca, la influencer (tiene 250.000 seguidores en Instagram y 982.000 en TikTok) que se viralizó en plataformas digitales durante las manifestaciones por el paro nacional ocurridas en junio, luego de compartir una foto en la que aparecía junto a su novio, miembro de la Policía Nacional, antes de unirse a las protestas: la joven en las marchas y él controlando las manifestaciones, sin que sus intereses e ideales influyeran en su relación.

Radicada en Durán con sus padres, Yumisaca no es solamente una creadora de contenido que ha encontrado en las redes sociales una forma de ingreso económico o de conexión con usuarios que la siguen por los videos que comparte. A sus 25 años, reconoce que la mujer en la que se ha convertido ha encontrado su fortaleza aceptando sus debilidades y perdonando a quienes, durante su infancia y adolescencia, la hicieron sentirse avergonzada de su origen indígena. Fue el bullying o acoso escolar, en su caso, la razón por la que muchas veces no quería acercarse a su cultura, por el rechazo que ya recibía por parte de compañeros y que prefirió callar ante su familia.

“Tengo un poco de tristeza por cómo viví mi niñez, porque por el bullying que he recibido siempre he tenido ese dolorcito en el corazón. Me decían: ‘India’, ‘ándate de aquí, indígena’, ‘anda a vender legumbres y papas con tu mamá’. Eso me decían mis compañeros de escuela y del colegio”, recuerda apenada.

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Yumisaca comentó estas vivencias a sus padres, situaciones que en esa época la llevaron a negar sus orígenes. “Al principio yo negaba que era de la Sierra. Fue un tema muy delicado para mí, porque era una niña y luego adolescente que crecía con miedo en un ambiente donde era señalada por mis raíces (...). Yo a mi mamá le contaba llorando; a veces le decía que me esperara a dos cuadras del colegio, porque me daba miedo que mis compañeros vieran que soy indígena”, confiesa.

“Hablo un 20 % de quichua. Nunca aprendí, por el miedo, porque mi mamá y mi papá también se dedicaban a trabajar. Hasta que llegué a un punto en el que decidí aprender. A los 18 o 19 años reconocí que no debí menospreciar mi cultura. Y ahora, que tengo claro quién soy, me amo como soy y es momento de compartir quién soy. Ahí comencé a prepararme”, Meliza Yumisaca.

@melizayumisaca14

Invite a @sandhyremache405 a una entrevista para aclarar porque me caigo mal el video esta en página de Facebook. #parati

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¿Cuándo dejó el miedo atrás y se empoderó? “Cuando salí del colegio”, responde. “Cuando terminé el colegio, mi mentalidad cambió”, refiere.

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“Soy activista porque amo a mi gente. A pesar de que viva en la ciudad, sé cómo es el campo y siempre he estado del lado de mi pueblo, cultura, de mi gente. He recibido discriminación y sé cómo sufre alguien que la recibe. Mis papás migraron acá (a la provincia del Guayas) por un mejor futuro, por educación, por trabajo, porque gracias a ellos mis hermanos y yo estudiamos y seguimos estudiando”, cuenta Yumisaca. Sus padres trabajan en el área de abastos del mercado de Las Esclusas, en el sur de Guayaquil, y tanto ella como su hermana mayor los han ayudado en su local.

Meliza con sus padres Pablo Yumisaca y Elena Guacho. Fotos Créditos: Guillermo Trujillo. Instagram: @guillermotrujilloph Dirección: García Goyena entre chile y Chimborazo TikTok: @guillermo.jpg

Su deseo de convertirse en comunicadora vino a través de la admiración hacia un personaje televisivo: el rol que cumplía como presentadora Doménica Saporiti (quien fuera anchor del programa Combate) despertó en ella ese anhelo de seguir sus pasos.

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“Siempre he querido ser como ella. Yo le decía a mi mamá que me gustaba cómo ella trabajaba en la televisión. No la he conocido; me encantaría conocerla en persona y preguntarle cómo logró obtener y cumplir sus metas (...). He tenido dificultades, pero quiero ser portavoz de mi cultura”, añade la joven, que también ha sido convocada para participar en reinados de belleza.

Personalidad digital

Mostrarse en redes sociales no significó solamente abrir una cuenta y comenzar a publicar. Sus padres no comprendían del todo la finalidad de postear videos y fotos. “Para mis papás, al principio sí fue un poquito duro, porque la cultura indígena es un poco reservada, y explotarla en redes sociales sí era algo nuevo. Una mujer indígena no es muy común verla en redes sociales. Es complicado romper estereotipos, pero ellos al final lo entendieron y me apoyaron”, sostiene.

Después de la pandemia comenzó a trabajar de lleno en la creación de contenido. No se enfoca en una sola temática. Sus cuentas digitales son una especie de diario abierto a sus seguidores. “Siempre he querido compartir la cultura, mi vida privada también, mostrar cómo es vivir en la ciudad y en el campo”, cuenta Yumisaca.

Mientras realizábamos las fotos para esta entrevista, la vestimenta tradicional de Yumisaca, complementada con su imponente presencia, no pasaron inadvertidas. Había quienes la reconocían; otros preferían tomarle fotografías con su celular, de lejos. Llevar con orgullo su vestuario fue un proceso. “Yo trato en un 70 % que mi ropa sea típica y en un 30 % que sea ropa común”, cuenta Yumisaca, quien desde hace un año trabaja con marcas que la contratan como imagen de sus productos.

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“Yo normalmente tengo más público en la Sierra, un poco en la Costa y, de ahí, en el Oriente. Eso es porque me he enfocado más en publicar videos en la Sierra y en la cultura de allá. Viajo bastante allá y trato de compartir sobre gastronomía, turismo. Y, por eso, mi público es más de allá; por eso, las marcas también que me han buscado son de allá”, apunta.

Ingresar al medio online le ha permitido además colaborar y conocer a otras personalidades digitales locales, entre ellas a la influencer Nancy Risol. “A ella y a otra chica de Otavalo las he admirado; las conozco actualmente y, aunque todos empezamos haciendo esto como algo que nos gusta, después se convierte en un trabajo. En YouTube me falta poco para llegar a los 100.000 suscriptores, en TikTok ya voy para el millón, en Facebook se me ha hecho superfácil subiendo videos y fotos. Para conseguir seguidores hay que subir constantemente contenido”, comenta.

Fueron las fotos que se tomó en una boda, en la que decidió vestir con traje tradicional, y que se viralizaron, las que dieron impulso a la creación de sus perfiles en redes sociales. Ha intervenido además como actriz y modelo en videos musicales y culturales.

Sueños y amor

En sus videos, los sketches cómicos también forman parte de su contenido. Por ello, la rama actoral también es una carrera que le gustaría explorar. “Me gusta mucho la actuación. Al inicio quería solo ser comunicadora, porque tenía ese miedo y me preguntaba: ‘¿Qué voy a hacer yo si me gradúo y no me dan trabajo?’, porque cuando yo era adolescente no existían las redes sociales. Yo decía: ‘Estudio y me esfuerzo, ¿y si no consigo trabajo?’. Yo antes no me consideraba bonita; me decía que para estar en la televisión se debía tener un cuerpazo. Y como tenía un primo que era policía, él me decía para meterme en la institución: intenté como tres veces, pero no pude”, señala entre risas.

Sin embargo, aunque no entró a la Policía Nacional, fue a través de esta entidad que conoció el amor. Sí, un llamado de emergencia que ella realizó la acercó al agente policial que, luego de socorrerla, conquistó su corazón. “Mi novio es mestizo. Lo conocí durante una emergencia. Él también me seguía en redes sociales. Nos hicimos amigos y luego comenzamos la relación. Ya llevamos medio año juntos. Mis papás lo aceptan; para ellos, mientras él me respete y me ame, es lo importante”, dice Meliza sobre Luis Enrique.

Durante las protestas por el paro nacional, que él fuera a trabajar y ella formara parte de las marchas no afectó su relación. “Lo manejamos respetándonos. Él me cuenta lo que ocurría con sus compañeros y yo lo que pasaba en las manifestaciones. Hablamos, opinamos. Él me dice que sí le entristecía ver cómo había personas que herían a los policías, y yo cómo ocurría con los que protestaban”, expone.

Al término de sus estudios en Comunicación Social, en el Instituto Superior de Estudios de Televisión (ITV), le gustaría trabajar en televisión. No se ve como una presentadora de noticiero, pero le encantaría —admite— ser parte de alguna producción de entretenimiento y farándula. “No me veo muy seria. Me gusta la farándula y el deporte; eso va más a lo mío. No estoy trabajando en ningún medio. Estoy trabajando en mis redes sociales: esto es algo mío; yo misma me manejo”, sostiene.

Levantar su voz

Participar en las protestas para Yumisaca ha sido vital por las peticiones que tenía la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Para ella, la mejor respuesta a las protestas sería ver a las autoridades —el presidente del país, Guillermo Lasso, y el de la Conaie, Leonidas Iza— sentarse a conversar para beneficio de toda la comunidad.

Reconoce que en medio de las marchas se dieron actos violentos, pero recalca que los integrantes del movimiento indígena no han sido los autores.

Si le preguntamos ahora a Meliza cómo se define, ¿qué nos diría? “Soy una persona que tiene muchos sueños: terminar su carrera y ser portavoz de su cultura, como Tránsito Amaguaña. Antes no era muy común ver a los jóvenes indígenas ser partícipes, y ahora hay muchos profesionales indígenas en distintas áreas y medios haciendo eco y dando ejemplo a otras generaciones”. (I)