La vida de la princesa Diana de Gales dio un vuelco inimaginable tras llegar al altar con el príncipe Carlos. De ser una maestra de preescolar pasó a ser parte de la familia real británica, rol que implicó la toma de múltiples deberes y compromisos públicos a los que debía asistir.

El estricto protocolo real supone un comportamiento impecable en las apariciones de los integrantes del palacio de Buckingham, y para la inexperimentada e introvertida joven plebeya, el mundo de la monarquía le aguardaba un gran reto.

Nada acostumbrada a los agotadores eventos que se suscitan a diario y a los que comenzó a asistir, la yerna de la reina Isabel II, a sólo 4 meses de su matrimonio protagonizó una fotografía que dio la vuelta al mundo.

Publicidad

La imagen de la princesa Diana que enterneció al pueblo británico

La agenda de Diana iba sumando cada día más actividades. Y el 4 de noviembre de 1981, junto a Carlos, asistió al museo Victoria and Albert (V&A) para la inauguración de la exposición “Splendours Of The Gonzaga” (Esplendores de los Gonzaga), donde conquistó a todos con su belleza y glamour.

Como sacada de un cuentos de hadas, llegó luciendo un hermoso vestido blanco con detalles en color lila, de escote palabra de honor, con cientos de cristales decorando su falda estilo princesa, firmado por el diseñador Bellville Sasson.

Un collar de perlas blancas con diamantes adornaba su delgado cuello, en un look que todos adoraron. El acto se desarrollaba y una Diana cansada y fatigada, comenzó a cabecear frente a la multitud.

Publicidad

La anécdota de ese evento pasará a la historia cuando en medio del acto, la princesa fue vista dormida. El lente del fotógrafo Tim Graham captó el momento en que bajó su cabeza y por minutos cerró sus ojos para un sueño profundo, relató el portal de Telemundo.

Con tan solo 20 años, la gráfica de la princesa Diana al siguiente día era la portada de cientos de diarios londinenses, que la bautizaron como la “Bella Durmiente” (The Sleepy Beauty).

Publicidad

Esta es la predicción de Diana de Gales sobre el futuro de la familia real que podría hacerse realidad

Lo que para el pueblo británico fue la postal más encantadora y amada, por captar a una princesa frágil, serena y hermosa. SIn embargo, para su marido y la reina, fue un desliz imperdonable que provocó su furia.

Pero lo que nadie imaginaba, sería la respuesta del palacio Buckingham al siguiente día. La buena noticia de la familia real llegó para disipar las habladurías y celebrar la llegada de un nuevo heredero al trono.

¡Diana estaba embarazada! La princesa esperaba a su primer hijo, William. Su estado explicaba razonablemente su sueño y cansancio, y así el tropiezo que vivió en su aparición quedó atrás para todos, ante la revelación que anunciaba que la pareja tendría a su primogénito. (E)

Sobrina de la princesa Diana, Lady Kitty Spencer se luce con un vestido estampado de leopardo y chaqueta de cuero