Los medios de comunicación tienen mucha culpa de que Jennifer López y Ben Affleck se separaran en el 2004. La pareja enfrentó un intenso escrutinio de la prensa escrita y los programas televisivos; y JLo, en particular, fue objeto de ataques llenos de odio por su herencia latina.

“Fue brutal”, le dijo JLo a la revista Rolling Stone en su edición de marzo, en la cual ella aparece en la portada. “Es una de esas cosas que entierras muy profundamente para poder seguir adelante y ocuparte de tus asuntos”.

Jennifer López habla de cómo consiguió llegar al éxito en la edición de marzo de 'Rolling Stone', en la cual promociona su reciente película 'Marry Me' ('Cásate conmigo'), que protagoniza con Owen Wilson. Foto: Twitter @RollingStone.

Sobre su separación de 2004, dijo: “Es divertido porque Ben y yo estábamos juntos y estábamos muy enamorados. Fue uno de los momentos más felices de mi vida. Pero también estaba sucediendo otra cosa por la cual nos criticaban, y realmente destruyó nuestra relación de adentro hacia afuera, porque éramos demasiado jóvenes para entender en ese momento cuáles eran realmente las cosas más importantes en la vida”.

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Dos de los peores ataques provinieron de un episodio de la serie animada South Park, en el cual se la etiquetaba como una “perra mezquina”, y de un sketch del programa de Conan O’Brien que usaba sustitutos para retratarla a ella y a Ben. Conan explicó que su “guionista practicante” interpretó a Ben y que su “señora de la limpieza” caracterizaba a Jennifer.

En la actualidad, Jennifer se considera mucho más adulta y espiritual, especialmente desde que nacieron sus hijos, por lo cual resulta más difícil dañarla emocionalmente. Ella dice que reza con frecuencia y repite afirmaciones a lo largo del día (“Estoy completa; soy buena por mí misma; amo el universo, el universo me ama”), según publica Rolling Stone. Añade que suele despertar sintiendo una oleada de gratitud en su corazón. “Trato de vivir siempre desde un lugar de gratitud... Pero hoy, especialmente, si me preguntas cuál fue mi primer pensamiento, fue ‘gracias. Gracias, Dios, por este día. Gracias por mi vida, lo que es’”. (I)