Dos mujeres con identidad protegida presentaron una demanda contra la cantante mexicana Gloria Trevi y el exproductor Sergio Andrade en un juzgado de Los Ángeles (California) el pasado 31 de diciembre. Los acusan de abuso sexual en la década de los 90, cuando ellas eran menores de edad.

Así revive para Trevi el episodio oscuro de su vida en que fue juzgada (y absuelta) por su rol en una red sexual secreta en México, cuando se la acusó de procurar niñas para su entonces productor, Sergio Andrade.

La revista estadounidense Rolling Stone tuvo acceso al nuevo documento, y confirma que fue entregado el 31 de diciembre de 2022, justo antes de que terminara el plazo de una ventana legal que suspendió temporalmente el estatuto de limitaciones en alegatos de abuso sexual a menores en California, que regularmente es de tres años.

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Ni Trevi ni Andrade están nombrados en la demanda, pero Rolling Stone explica que está claro que se trata de ellos, ya que las acusadoras dan detalles sobre los conciertos que la mexicana dio en los 90 y los álbumes que grabó.

De acuerdo con los textos, las dos mujeres afirman que tenían 13 y 15 años cuando Trevi se les acercó y las invitó a unirse al supuesto programa de entrenamiento musical de Andrade, y les aseguró que era una oportunidad de convertirse en estrellas. Dicen que Trevi las preparó para convertirlas en esclavas sexuales de Andrade, y que mucho de este abuso sucedió en el condado de Los Ángeles.

En ese tiempo, Trevi y Andrade habían alcanzado la fama internacional y una lista de canciones exitosas, calificadas como rebeldes y disruptivas. A ella se la promocionaba como la Madonna mexicana. Años después, numerosas víctimas los acusarían de haberlas introducido a un culto sexual.

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El escándalo se volvió internacional, Andrade fue buscado como pedófilo serial y Trevi como su cómplice. Los dos, que habían desaparecido de la vida pública desde enero de 1997, serían arrestados en Brasil en enero de 2000, después de una búsqueda que pasó las fronteras.

Gloria Trevi pasó cuatro años en detención preventiva, pero fue absuelta porque un juez dijo que no había suficiente evidencia para las acusaciones de violación, secuestro y corrupción de menores.

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Andrade, en cambio, sí fue apresado por todos esos cargos, pero solo pasó un año más en prisión. El juez lo dejó en libertad después de que pagara unos $ 90.000 a la principal acusadora, Karina Yapor, a quien Andrade abusó desde que ella tenía 12 años, cuando se unió a una gira de Trevi. Yapor dio a luz un niño, hijo de Andrade, en 1998.

Todo estalló a través del libro de la exesposa de Andrade, Aline Hernández, en el que aseveraba que Andrade era un pedófilo y violador, y que Trevi lo ayudaba a atraer jovencitas, a las que luego encerraba, golpeaba y les negaba la comida.

“Gloria lo ayudaba”, dijo entonces una de las chicas, que estuvo encerrada un año como esclava sexual del productor. “Es una víctima porque, para ella, él es dios. Pero ella es culpable también”. (I)