Cynthia Viteri, alcaldesa de Guayaquil, selló su amor con Juan Carlos Váscones por todo lo alto. Tuvo una ceremonia privada con su círculo más cercano, pero en una fecha especial no solo para ella, sino para todos los presentes. Este lunes, 14 de febrero, en el Día de San Valentín, la alcaldesa se juró amor eterno con su actual pareja.

Poco a poco se han ido revelando varios detalles del enlace, que se dio en Las Valentinas, en vía a Data, en General Villamil, Playas, en un agasajo donde varios de sus compañeros de bancada política la acompañaron también en este día especial.

El menú para los 300 invitados que asistieron al matrimonio estuvo a cargo del hotel Hilton Colón, dirigido por su chef ejecutivo Miguel Ponce. Hubo una estación de panadería, con pan de maíz, de semillas, blanco, tejas, grissinis variados y de masa madre.

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También hubo una mesa fría, con minimartinis de pinza de pangora con salpicón mediterráneo, pitahayas de ceviche de pesca blanca y aguacate estilo Jipijapa nikkei, tataki de atún, aderezo de ají mirasol, aguacate y grosella, peras al vino Chardonnay con azafrán y crumble de queso azul, esferas de queso cremoso con praliné y caramel au beurre salé, selección de quesos, jamones y embutidos artesanales acompañado de chutneys, compotas, miel de trufas y frutos secos variados.

Cynthia Viteri se casó con Juan Carlos Váscones en una ceremonia privada en Las Valentinas, en vía a Data, General Villamil, Playas.

El cáterin de la celebración también ofrecía, como opciones frías, burratas con carpachos de tomates frescos, pesto de albahaca y pistacho tostado, hummus de habitas pallares con pimentón, oliva y pita chips, causitas limeñas de camarón en salsa huancaína y amaranto pop, tabbouleh de quinua con cherris, pepino y perejil fresco, así como una selección de legumbres a la brasa, con miel de balsámico y grana padano.

En la estación de cocina caliente se sirvió lomo fino de res en salsa de su propio asado y pimienta negra servido al estilo rodizio, porchetta de cerdo rellena de hinojos asados y butifarra artesanal, mézclum de hojas verdes con manzana al oporto, queso azul y praliné salado de avellanas.

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Entre el resto de alternativas para la boda hubo además ñoquis de papa asada y azafrán con salsa cremosa de shiitake, raviolis de pato estilo Pekín en mantequilla de hierbabuena y reducción de vermut y naranja, risotto margarita de cítricos, tequila y tajín y fideuá catalana de mariscos servida con alioli de cítricos. (I)