De niña, no existía concurso colegial de canto en el que no se inscribiera, participaba en todas las competencias y en tarima, cuando estaba frente a sus compañeros sabían que si interpretaba pasillos, el triunfo era asegurado. A sus 25 años, y con una carrera que continúa en ascenso, la cantante Dayanara celebra a Guayaquil, su ciudad natal, con Ecuador en la casa, un disco de pasillos, en el que recopila ocho canciones en este género popular nacional.

“Ecuador en la casa es muy especial para mí por el hecho de ser mi primer álbum, mi primer CD, todas mis canciones que he lanzado hasta ahora han sido por singles, por sencillos y nació de una manera muy bonita, muy natural, muy orgánica, subiendo un video, el típico familiar, en una reunión familiar. Era el cumpleaños de mis abuelitos, ellos aman la música nacional, saben que desde niña participaba en intercolegiales en pasillos y por el género que yo hago que es urbano, hace tiempo no cantaba un pasillo. En ese caso canté un vals peruano y tuvo una acogida impresionante”, cuenta sobre el origen de producir este disco que ha salido a la venta esta semana con Diario EL UNIVERSO.

Ecuador en la casa no es solo un disco celebratorio. Esta producción tiene como meta mantener viva la tradición musical nacional para nuevas generaciones. “Les dije que sería bueno, en algún momento poder hacer un álbum interpretando música nacional pero a mi estilo, se lo propuse a mi equipo, les encantó la idea, me di cuenta que se venían las fiestas de Guayaquil y era la excusa perfecta para lanzar este álbum que sé le va a emocionar mucho a la gente y como artista también para que el público joven también empiece a consumir lo nuestro, escuchen las letras de nuestra música que son bellísimas”, refiere.

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Con la participación de la cantante ecuatoriana Paulina Tamayo, el disco cuenta con 8 canciones, material que se grabó durante una semana entera. “Sabía que este era un álbum que requería de mucho respeto, de mucha delicadeza, de responsabilidad al momento de interpretar cada tema porque es nuestro patrimonio. Esto es lo que caracteriza este álbum, mi corazón, mi felicidad de ser ecuatoriana y por eso decidí ponerle una frase que llevo y digo con orgullo cuando estoy en otras partes del mundo. Quiero que todos sepan que soy ecuatoriana y estoy orgullosa de mis raíces”, agrega.

El álbum tiene en su tracklist sencillos como Sombras (el primer pasillo que interpretó a los 8 años), Pañuelo blanco (a dúo con Paulina Tamayo, de Héctor Jaramillo), El aguacate, Collar de lágrimas e Invernal (que canta junto con su hermano Christopher Peralta). “Yo quise mantener la esencia de cada una de las canciones que tengo en el disco, no quise cambiarlo, quise mantener el requinto, con unos requintistas maravillosos que me acompañan, si había que ponerle un estilo sería con mi voz, con mi manera de cantar”, dice.

Ecuador en la casa está a la venta desde el 6 de octubre, a través de este Diario, y próximamente estará disponible en Spotify.

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“El carisma del guayaco no lo tiene nadie, tenemos una esencia muy linda, somos muy espontáneos, serviciales, somos muy chéveres, nuestras gastronomía es exquisita. Yo no sé que sería de mi vida sin una cazuela, sin una guatita, sin un bollo, sin un bolón, yo no podría vivir, para mí eso no es un mundo feliz. Mi bisabuelo, un guayaco de cepa, se viene a mi mente con este disco porque él siempre me lanzaba indirecta para saber cuándo sacaba un disco de música nacional”, expresa la también actriz.

¿Habría un cambio en la propuesta musical de Dayanara?

Yo no sé a la larga que pasará pero sí te puedo decir que amo actualmente el género en el que estoy encaminada, sobre todas las cosas, quienes me dan la razón son mi público, que disfruta lo que estoy haciendo, pero quien sabe más adelante. Esta vez decidí hacerlo como un regalo a mi ciudad y a mi país.

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Letras reales, su nexo con la audiencia

Sus temas han relatado historias de despecho, de desamor, de amor, de separación y todas esas vivencias no implican que sean experiencias que ella atraviese. Así como hay historias personales también existen realidades de amigos y familiares que ella transforma en letras de sus canciones. Así surge, por ejemplo, Ni borracha el más reciente pop urbano de Dayanara, que en 4 días ha logrado 1.3 millones de visualizaciones (hasta el cierre de esta edición) en su canal de YouTube.

“La historia de la canción es totalmente diferente a la del video, la canción surge de una historia muy personal, de mi mejor amiga que pasó una de las etapas más duras para el ser humano que yo creo es el divorcio, tuvo una etapa difícil y yo como mejor amiga la viví con ella al 100% y fue una relación tan tóxica si se puede decir y que al final yo sentía que esa persona ya no sumaba en su vida, a una mujer que yo veía tan bonita, fuerte, empoderada. Yo me acuerdo que le dije: tú ni borracha puedes volver con esa persona y ella se me rio entre lágrimas y dijo: ni borracha voy a volver”, revela la artista.

Esa tarde que me quedé con su tristeza, afirma, compuso la letra de Ni borracha. “A mí me pasa que no escribo siempre, escribo en momentos en los que me llega esa inspiración y pues me llegó esa tarde, yo empecé a escribir en mi cuaderno, con pluma y todo y me fui inspirando como si yo era quien estaba pasando por esa situación, como si yo era mi mejor amiga realmente y en esa misma noche llamé a mi guitarrista de confianza, Adrián León, y comenzamos a ponerle melodía”, comenta. De esa ‘guitarreada’ inicial, postearon una parte en redes y los comentarios a favor de la producción hicieron efecto.

Sus Da Da babies (como se conoce a sus fanáticos) no solo la alentaron a publicarla, gran parte respondió a la convocatoria que hiciera por platarformas digitales y participaron en el rodaje del videoclip del tema que se grabó en Plaza Guayarte en Guayaquil. Su conexión con ellos también es cercana. Se acercan a pedirle fotos, videos de saludos para familiares, le entregan obsequios. Ese cariño que no es fácil ganárselo, ella lo cultiva a diario con ellos.

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“Eso fue una locura de mi equipo, de Jonathan (Estrada, su esposo y mánager). Él es quien ha dirigido la mayoría de mis videoclips, este video me dijo que lo hiciéramos con los responsables de que la canción saliera al aire, mis fans, ellos fueron mis protagonistas, mis modelos, mis actores. La convocatoria la hice a menos de 24 horas de la grabación, fue una locura. Hubo gente de Quito, de Cuenca, de Machala, de otras provincias, unos dejaban sus maletas en los locales para grabar el video, había mamás con sus hijos. Pude palpar, aunque estén en redes sociales no es lo mismo, pude palpar su amor con ellos presentes. Empezamos rodaje a las 12:000 y terminamos alrededor de las 22:00, fue súper extenso, llegaban chicos de colegio, de la universidad, cantaba con ellos en los cortes, fue una jornada hermosa y única”, relata.

“Yo soy una artista ecuatoriana a la que se le ha dado un apoyo gigante, empecé con mucha gente diciéndome que no se apoyaba al talento local y mucho menos si era mujer y solista y contar con el apoyo apasionado, me llena de gratitud”, acota.

Toxicidad en redes sociales

Con una legión de simpatizantes activos, la cantautora reconoce que los detractores también están presentes. “Yo sí lo he dicho abiertamente, el hecho de que uno sea artista no significa que los comentarios no afecten, afectan pero con el tiempo es algo con lo que he lidiado desde que empecé en televisión, como a los 9 añitos. Desde que era una niña me enfrentaba a comentarios, entonces no habían redes sociales pero con el tiempo he entendido que definitivamente nunca vas a ser el 100% agradable para todo el mundo. Me considero muy sensible, muy susceptible ante ciertas cosas pero sí, a veces el hater viene como villano pero el Da Da babie es mi superhéroe. Cuando ellos aparecen salen mis defensores, que a mí sí me da paz”, asegura.

Admite que también lee los comentarios negativos que dejan en sus plataformas, los analiza y elige con cuáles quedarse y cuáles sirven para mejorar. “Sí, me han afectado mucho, recuerdo la época de El Desquite porque fue un linchamiento mediático global, fueron dos semanas caóticas, renegaba y lloraba mucho, a veces la gente es muy cruel y a través de la pantalla todo el mundo es valiente. Lo que creo es que debemos destruir menos y apoyar al talento”, acota.

“Mi mejor refugio cuando me he saturado por comentarios, y aunque explico en muchas ocasiones y respondo a las críticas, hago una pausa y me doy cuenta que me estoy dejando llevar por esa ola y sé que cuando estoy así es momento de una pausa. Eso significa hablar con Dios, llorar lo que tenga que llorar, verme con mi familia y mis padres, que son mi motor, con mi pareja, mis hermanos, mis abuelitos y desconectarme, porque sí las redes ayudan pero también destruyen”, Dayanara

¿Cirugías estéticas?

No las oculta, habla de ellas sin temor y recalca además que muchos de los ‘cambios’ que le comentan en redes son solo resultados de buenos trucos de maquillaje. “Yo me hice una rinoplastia, me operé la nariz, cuando estaba en el Miss Ecuador me puse busto, no tenía nada, era tabla, me hice una cirugía de mamas, y de ahí me he puesto ácido hialurónico, me rellené el mentón. Mis cirugías han sido las mamas y la nariz pero la gente me ha inventado que me he levantado las cejas, que me he puesto boca y esa es otra, que también me critican, el maquillaje pero yo soy muy abierta con mis maquilladores, yo con mis looks son muy loca”, dice entre risas. “Yo soy súper estrafalaria y extravagante”, agrega.

Amor a todo terreno

Con el actor y productor Jonathan Estrada tienen una relación de ocho años. En enero próximo cumplirán dos años de haberse unido civilmente en matrimonio y ese mismo mes planean su boda eclesiástica.

Jonathan Estrada y Dayanara celebrarán en enero entrante su boda eclesiástica. Foto cortesía Dayanara Foto: Phabloec

“Estamos con todos los preparativos, yo soy una novia rara que n tiene tiempo para nada, mi wedding planner está con todo a cargo. Lo más importante para ambos ese día, más allá de la fiesta es la bendición de Dios, porque ambos al ser de familias católicas es un paso muy importante. Estamos muy contentos que estemos ya por dar este paso”, comenta Dayanara.

La boda religiosa se celebrará en Guayaquil, con una lista de aproximadamente 300 invitados, la mayoría familiares y amigos. El vestido para su enlace lo diseñará el venezolano Julio Mora. (E)