A mayor edad, queda cada vez más claro: son los menos los que empiezan una nueva relación sin haber tenido previamente varios o varias ex. Pero ¿es buena idea hablar sobre ellos o ellas? Los terapeutas de pareja recomiendan no hacerlo, en ningún caso, durante la primera cita.

Porque cuando las relaciones se rompen, frecuentemente lo que permanece es el enojo, la decepción o el duelo. Se trata de sentimientos que algunas personas quisieran debatir con todo el mundo. Con los amigos y la familia se lo debe hacer, para ir cerrando el pasado.

Pero, en caso que se presente una nueva persona en la vida sentimental, entonces referir estas historias sobre los ex bien puede volverse irritante.

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Hasta cierto punto es aconsejable hablar de las relaciones pasadas, dice Dorothea Behrmann, coach alemana en separaciones: “Porque forma parte de una persona cómo se desarrolló su vida sentimental anteriormente”.

Behrmann explica que se desea conocer al otro y por lo general se siente curiosidad respecto de cuánto duraron en promedio sus relaciones anteriores. Allí de alguna manera pueden tenerse indicios sobre cómo esta nueva persona teje sus relaciones.

Durante estas conversaciones, la otra parte debe intentar reprimir los celos o la rivalidad que puedan surgir y respetar que las relaciones anteriores también fueron importantes.

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La terapeuta de pareja y sexóloga alemana Filomena Lorenz recomienda sin embargo tener cuidado con estos temas en una primera cita.

Allí también se pone en juego la edad que tienen las dos personas que se conocen. Porque no es lo mismo que se trate de jóvenes que concurren a su primera cita que personas de más edad, que tal vez ya se separaron y tienen hijos, lo que deberá dejarse en claro a la otra u otro.

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El terapeuta germano de pareja Thomas Krüger incluso piensa que es útil brindar datos sobre la vida sentimental previa. Y, aún más, cuando la otra persona quiere saber al respecto. Sin embargo, aclara: “Poner el foco en historias vinculadas con la expareja en el primer encuentro posiblemente sea muy irritante”.

Lorenz recomienda hacer un plan antes de la primera cita: “¿Qué quiero revelar sobre mí? No contaría toda la historia de mi vida. ¡Y de ninguna manera comparar a las dos personas entre sí!”.

Behrmann, por su parte, se mostraría sensible y reservado en lo que se refiere a historias vinculadas con la expareja. Sin embargo, aclara: “En mi opinión, bien vale ser sincera y auténtica desde un principio”.

Por lo tanto, ¿la nueva pareja debe saber por qué no funcionó la relación anterior, para poder evaluar si eso también habría sido un motivo de separación válido para él o para ella?

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“Posiblemente eso le interese a la nueva pareja y el tema saldrá de manera muy natural”, señala Behrmann. Sin embargo, hay que ver si uno mismo desea esto.

“En caso que así sea, uno puede irse abriendo poco a poco y contar”, considera Krüger. También cuando la nueva pareja empiece a hablar al respecto, lo mejor es reaccionar de forma relajada.

“Porque me está confiando algo de su vida y lo ideal es mostrarse interesado y curioso, porque deseo conocer mejor al otro”, afirma Krüger.

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Este tipo de información de boca de la nueva pareja incluso significa confianza, apunta Behrmann: “La apertura y la autenticidad desde el principio representan un buen cimiento para una relación de confianza”.

Sin embargo, deja en claro que debe tenerse cuidado con los detalles y largos relatos sobre la relación anterior, porque esto puede herir a la pareja actual.

En todo caso, siempre debe contar con la posibilidad de decir cuándo estas historias ya son suficientes. Esto incluye que el oyente preste atención a cómo se siente en ese momento. Y también puede manifestar por ejemplo: “Ahora ya no quiero hablar más sobre tus ex”.

“Abordaría entonces de manera muy concreta que las conversaciones son demasiadas, me hacen mal o me despiertan la sensación que la vieja relación todavía ocupa un lugar demasiado importante”, indica Behrmann.

En este caso, preguntaría qué puede seguir molestando tal vez a la pareja. De esta manera, se podría averiguar cuál es el motivo de las conversaciones sobre los o las ex.

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Para Krüger, una relación es enriquecedora cuando se habla de forma reflexiva sobre el pasado. “Cuando mi pareja cuenta de una persona con la que tuvo una relación social en el pasado, es valorable que mire con cariño a esta persona”. Al fin y al cabo, el compañero o compañera que ahora está a mi lado también pasó tiempo con esa persona en su vida.

Lo que sí, habrá que aguzar el oído cuando el respeto esté ausente. “Cuando alguien insulta, aún se encuentran en juego el rencor y el odio, y eso es una señal segura de que la vieja relación no está cerrada ni elaborada”, analiza Behrmann.

Por lo tanto, esta experta recomienda hablar de manera más bien neutral sobre los ex: “Los arrebatos o las comparaciones tampoco favorecen un amor nuevo y todavía precoz”.

Y en este punto coinciden todos los especialistas: los relatos sobre cuestiones íntimas, emociones o erotismo son un tabú y no deben tener absolutamente ningún lugar en las conversaciones con la nueva pareja. (I)