El rey Carlos III _que milita a favor de la protección de la naturaleza, una agricultura biológica y la lucha contra el cambio climático_ prohibió servir foie gras (hígado graso) en las residencias reales de Reino Unido, según una carta de la Casa Real británica enviada a la asociación Personas por el Trato Ético de los Animales (Peta).

Muchas gracias por su carta respecto a las cuestiones éticas del foie gras”, escribió el jefe de la Casa Real, Tony Johnstone-Burt, en misiva dirigida a Peta.

“Puedo confirmar que la Casa Real no compra foie gras ni lo sirve en sus residencias reales, ni tampoco está previsto que esta política cambie”, añadió Johnstone-Burt en la carta, con fecha del 10 de noviembre.

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El foie gras es una especialidad gourmet que se incluye en comidas festivas o de celebración, es un paté considerado delicatessen. Pero esta satisfacción culinaria de algunos se realiza a costa del sufrimiento de animales, específicamente patos, ocas o gansos.

Este producto adorado por muchos franceses se puede encontrar en distintos formatos, fresco, en mousse o el bloc de foie gras. Para elaborarlo, las aves -generalmente a partir del cuarto mes de vida- son obligadas a comer hasta que desarrollen una lipidosis hepática, comúnmente conocida como “enfermedad del hígado graso”.

La alimentación forzada ocasiona que el hígado de las aves se hinche unas diez veces más que su tamaño normal, llegando a pasar de 120 gramos a unos 1300 gramos. Muchas de las aves tienen dificultad para pararse porque sus doloridos hígados agrandados inflaman sus abdómenes.

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El foie gras se realiza a costa del sufrimiento de animales, específicamente patos, ocas o gansos. Foto: Pexels

Esta práctica ha sido denunciada durante años por grupos de protección animal, hasta el punto de que en algunas partes del mundo esta especialidad ha sido prohibida.

Los británicos comen foie gras en fechas específicas, como las Navidades, pese a que en Reino Unido no suele producirse este plato.

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Incluso a la reina Isabel II, fallecida el 8 de septiembre pasado, le gustaba este platillo y lo comió en una cena de Estado en 2014 en París con el entonces presidente francés, François Hollande.

El palacio de Buckingham no se pronunció sobre la medida tomada por el actual monarca. (I)